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LOS PERIODISTAS PORTUGUESES APRUEBAN POR UNANIMIDAD UNA HUELGA GENERAL​

Protesta de periodistas de Global Media Group, de Portugal. / Fuente: TSF Rádio Noticias

LOS PERIODISTAS PORTUGUESES APRUEBAN POR UNANIMIDAD UNA HUELGA GENERAL

Por Ricardo Alexandre / TSF Rádio Noticias

El V Congreso de Periodistas Portugueses aprobó por unanimidad, con centenares de profesionales reunidos al final de cuatro días de debates, una moción de convocatoria de huelga general, con mandato al Sindicato de Periodistas para determinar una fecha, junto con la presidencia del congreso y los proponentes de la moción de convocatoria de huelga. La decisión fue adoptada el domingo, 21 de enero de 2024, en el Cinema São Jorge de Lisboa.

Aprobada por unanimidad y aclamación, la moción afirma que «desde hace años se intenta quebrar la columna vertebral del periodismo y de los periodistas en Portugal. La debacle y el nivel de destrucción» que han presenciado en los últimos meses «ha puesto al descubierto, y de la peor manera, la gravedad de las condiciones en las que se ejerce el periodismo en Portugal». 

Explican que el actual estado de emergencia «no comenzó» con el intento de «destruir el Grupo Global Media» (propietario de los diarios Jornal de Notícias y Diário de Notícias, así como de la radio informativa TSF, entre más de una decena de marcas periodísticas). La crisis, dicen, «está arraigada en todas las redacciones». 

Los profesionales del periodismo portugués (más de 5.000) se sienten «despreciados desde el momento en que pisamos una redacción. Vivimos eternamente con salarios bajos, somos precarios, obligados a hacer turnos largos, la gran mayoría sin pago de horas extras. Nos presionan por todos lados, nos atacan y cada vez tenemos menos voz. Intentan dividirnos, pero llega un momento en que colectivamente, como clase profesional, tenemos que levantarnos. Ese momento es aquí y ahora. No podemos aguantar más, cada vez tenemos menos que perder». 

Para momentos muy serios, gestos apropiados, «que empiezan por cada uno de nosotros. El 25 de abril no se consiguió sin valentía, audacia y grandes dosis de riesgo y sacrificio individual», añaden. Este año, Portugal celebra el 50º aniversario de la Revolución del 25 de abril, la Revolución de los Claveles, que devolvió la libertad al país tras 48 años de dictadura y dio inicio al proceso democrático.

Los periodistas portugueses advierten que «cada día, en las redacciones de todo el país, miles de periodistas intentan hacer lo imposible”. Lo hacen a “costa de su descanso, su salud, sus familias, sus amigos y, sobre todo, su futuro”. Con redacciones reducidas “a la mitad, con periodistas con décadas de experiencia marginados, con recuerdos que se desvanecen, con los más jóvenes sometiéndose a sacrificios brutales o abandonando prematuramente la profesión».

Se dan cuenta de que ha llegado el momento de decir: basta ya. «Tenemos que parar. Simplemente parar. Exigir que nos escuchen de una vez. Dejar de dar noticias, dejar de hacer reportajes en directo, abandonar las redacciones y las ruedas de prensa. No pongamos periódicos en los quioscos, no demos noticias en la radio, no retransmitamos las noticias, no publiquemos en las redes sociales.» 

En breve anunciarán la fecha de la huelga general «por salarios dignos, por el fin de la precariedad laboral, por mejores condiciones para el ejercicio de la profesión». En resumen, en “defensa de la dignidad del periodismo». 

Los periodistas portugueses tienen la intención de organizar, al mismo tiempo que la huelga, “una manifestación nacional para expresar públicamente el descontento y las reivindicaciones de la profesión». 

En la resolución final del Congreso, también aprobada por unanimidad y por aclamación, los periodistas portugueses concluyen que «el actual estado de emergencia del periodismo nacional llama a todos a comprometerse en la búsqueda de soluciones y a unirse en torno a los principios y valores que rigen la profesión». 

La sostenibilidad financiera del periodismo, argumentan, «exige medidas inmediatas y soluciones estructurales, de lo contrario se destruirá un instrumento fundamental para la salud de la democracia, tan amenazada en todo el mundo». 

Consideran imperativo llevar a cabo «una reflexión seria sobre la financiación del periodismo, sin excluir el apoyo estatal, siempre que se salvaguarde la autonomía y la independencia de los periodistas, como ocurre en los países que conciben el periodismo como un bien público». Francia, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Italia y Canadá son ejemplos de ello, así como la vecina España, donde el apoyo procede a menudo de los presupuestos de las comunidades autónomas. 

El multipremiado reportero de investigación Miguel Carvalho afirma que «en el momento más frágil para el periodismo en democracia, se detectan amenazas al oficio y al propio régimen. En el control de los medios de comunicación ganan protagonismo figuras dudosas, con capitales ilocalizables e intereses inconfesables. Con nuestra cuota de anestesia, supervivencia e ilusión, entraron por el tejado e irrumpieron en la caja fuerte donde creíamos haber blindado lo que quedaba de un periodismo libre e íntegro», dijo, en una de las mociones que más ovaciones recibió durante el acto. 

Sofia Branco, ex presidenta del Sindicato de Periodistas, afirma que «las políticas públicas no pueden ignorar las dificultades de las empresas de comunicación, ni el creciente desempleo de los periodistas, sometidos a salarios indignos y contratos precarios. Tiempos excepcionales exigen medidas excepcionales. Es imperativo debatir el papel del Estado, que puede hacer más, y convocar a todos -empresas, sociedad civil, periodistas, ciudadanos y grandes plataformas- a esta emergencia nacional». Al final de su moción, lanza el reto: «Este es un asunto de emergencia nacional. Es hora de salvar juntos el periodismo. De lo contrario, en poco tiempo, no quedará nada que salvar».

Branco, junto con su sucesor en la presidencia del SJ, Luís Filipe Simões, la ex presidenta Diana Andringa y Pedro Coelho, que presidió el V Congreso, fueron los firmantes de una de las 23 mociones votadas, relacionada con el caso del periodista de Expresso agredido este mes cuando cubría un acto del partido populista de derecha radical Chega en la Universidad Católica Portuguesa y también aprobada por el congreso. Los periodistas «piden a la Fiscalía General del Estado que abra una investigación para depurar responsabilidades y que responda rápidamente a la denuncia».

La cuestión de la diversidad también se abordó en una moción aprobada por el congreso y «se propuso la creación de un grupo de trabajo para verificar la existencia de diversidad en las redacciones, o la falta de ella». Además, se propuso la creación de un documento de consulta para las redacciones», en el que se visibilicen las carencias que asociaciones y ONG consideran relevantes.

La salud mental de los profesionales también fue la base de una moción que «sugiere consultas gratuitas de psicología para los periodistas, ya que el 48% presenta altos niveles de burnout y el 18% ya sufre agotamiento profesional».

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