LAS ELECCIONES EN MÉXICO CONSOLIDAN LA ‘CUARTA TRANSFORMACIÓN’

(Este artículo fue publicado originalmente en The Diplomat in Spain)

El 2 de junio se llevaron a cabo elecciones presidenciales en México, el segundo país más poblado de la región latinoamericana. Junto a ello, se eligieron 128 senadores y 500 diputados federales, miembros del Poder Legislativo del país. De acuerdo a los resultados oficiales, estas elecciones dieron como amplia ganadora a Claudia Sheinbaum (con un 59% de los votos), continuando así por otros seis años la orientación del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ejerce el gobierno desde 2018.

Es posible comprender el triunfo electoral de Sheimbaum (Ciudad de México, 61 años) apostando a una perspectiva histórica de largo plazo que arranca desde el siglo XX. Luego de una historia moderna que comienza con la Revolución de 1910 -el acontecimiento político clave del siglo XX mexicano-, el país experimentó un largo régimen de poder, híbrido en sus formas democráticas, denominado de “partido único”, producto de la hegemonía indiscutida del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ostentó desde 1929. Así, recién hacia el año 2000, este régimen sufrió una cierta apertura con el triunfo electoral del Partido de Acción Nacional (PAN), de orientación conservadora, donde si bien se abrieron esperanzas de un cambio, no se lograron transformaciones relevantes dentro del país.

En el siglo XXI, el país acumuló nuevos fenómenos sociales contemporáneos, como la migración masiva hacia Estados Unidos, el problema de la frontera con ese país, y sobre todo la violencia operada desde el narcotráfico y del crimen organizado. Esto alteró los parámetros de convivencia de ese país tan complejo en términos geográficos, sociales, económicos y étnicos. Respecto a la violencia, en los primeros 4 años del gobierno de AMLO, entre los años 2018 y 2022, más de 100 mil personas han perdido la vida en México, producto de la violencia asociada al narco y sus mafias afines, al fracaso del Estado, y a la corrupción asociado a todo ello. En 2023, hubo más de 30.500 asesinatos en el país.

A pesar de eso, durante la administración de AMLO y su partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ha tenido un gran éxito debido a las políticas sociales (transferencias) hacia los sectores postergados, mezclado con una retórica nacionalista y progresista, muy propia de la izquierda mexicana. Durante su sexenio, el país tuvo récord histórico en inversión extranjera directa que superó los 36.000 millones de dólares en 2023, y una profundización de las relaciones económicas con Estados Unidos, su gran socio comercial. De esta forma, los índices de popularidad de AMLO han sido de los más altos de los presidentes latinoamericanos, a pesar de sus acusaciones sobre su relación con la prensa y la oposición.

Claudia Sheinbaum, como candidata oficialista, superó por más de treinta puntos a la candidata Xóchitl Gálvez, la abanderada de la alianza opositora entre el PRI, el PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), los partidos tradicionales, y por sobre Jorge Álvarez, que se presentaba por Movimiento Ciudadano, partido de centro que alcanzó solamente el 10,5% de los votos emitidos.

Respecto al significado histórico y a los retos futuros que enfrenta Sheinbaum como presidenta de México, se podrían considerar:

1. La situación de la mujer en la política mexicana. En más de 200 años de vida independiente, Sheinbaum se transforma en la primera mujer presidenta en la historia de la nación norteamericana. Miembro de una familia de clase media, esta académica con un Doctorado en Ingeniería Energética e integrante de MORENA, tuvo una trayectoria que alcanzó los más altos cargos públicos, hasta llegar a la Primera Magistratura. «No llego sola. Llegamos todas, con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas», afirmó en su primer discurso tras su triunfo electoral, mostrándose parte de una transformación cultural en un país caracterizado por el predominio de las estructuras machistas y patriarcales.

2. El cambio en el sistema de partidos políticos. Uno de los efectos más importantes de las elecciones recientes, consiste en el gran control de MORENA sobre el Poder Legislativo y las gobernaciones estatales. A nivel regional, la inmensa mayoría de los Estados, 24 de 32, quedaron en manos de MORENA, mostrando un gran poder dentro de este país federal. A nivel legislativo, la organización obtuvo una aplastante mayoría (372 diputados y 83 senadores), junto a sus partidos aliados. Los números asegurarían a la coalición oficialista una mayoría absoluta en diputados, pero no en el Senado, donde necesitarían dos escaños más de los que tienen. Al mismo tiempo, esta elección representa una disminución electroal considerable de los partidos políticos tradicionales del país, como el PRI, el PAN y el PRD, fenómeno inédito en la historia del país. El reto de Sheinbaum y MORENA, consiste entonces en la capacidad del respeto de las minorías y evitar las tentaciones autoritarias de algunos países de la región.

3. La diferenciación con AMLO. Uno de los mayores retos políticos que enfrentará Claudia Sheinbaum, radica en la proyección del proyecto político de la “cuarta transformación”, que se planteó AMLO en su programa de 2018. Luego de las transformaciones de la Independencia y la Reforma en el siglo XIX, junto a la Revolución de 1910, AMLO junto a Sheibaum, han implementado un ambicioso proyecto de transformación estructural de la sociedad mexicana. Pero al mismo tiempo, uno de los mayores retos de la nueva presidenta consiste en la diferenciación de su antecesor, y de la influencia que AMLO podría tener en el nuevo gobierno. Para ello, Claudia Sheibaum tiene a su favor una mayor preparación académica, experiencia en lo público y un carácter que podría darle un sello propio a su gobierno, más allá de la influencia de AMLO en la política mexicana de estos últimos veinte años. Los problemas actuales de México, como la violencia, la corrupción, la migración y las profundas desigualdades, podrían encontrar a la primera mujer presidenta del país un liderazgo apropiado para enfrentar consistentemente estos retos.

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PABLO RUBIO APIOLAZA es doctor en Historia Contemporánea (Universidad Autónoma de Madrid), especialista en historia política latinoamericana y colaborador de la Fundación Alternativas.

Este artículo fue publicado originalmente en The Diplomat in Spain, con cuya autorización reproducimos aquí.