ÁNGEL ORTÍZ VALLADOLID
FRENTE A INSTAGRAM Y FACEBOOK, LA LIBERTAD

*Por Ángel Ortíz Valladolid / El Norte de Castilla
Hoy usaré este café para reproducir un fragmento de las conclusiones finales que el catedrático de Procesal Nicolás González-Cuéllar, en defensa de los intereses de la AMI (Asociación de Medios de Información), a la que pertenece este diario, realizó el pasado 2 de octubre en la vista oral del pleito mercantil iniciado por la AMI contra la multinacional META (Facebook, Whatsapp, Instagram, etc…) por competencia desleal y uso indebido de datos personales.
AMI, que representa a cien diarios pertenecientes a 24 grupos de comunicación, a dos agencias de noticias, a una empresa de radiodifusión y a un grupo editor de revistas de información, acusa a la plataforma de Mark Zuckerberg de haber utilizado de forma ilegítima, entre el 25 de mayo de 2018 y el 31 de julio de 2023, los datos personales de millones de usuarios europeos para construir su negocio de publicidad segmentada. META se habría beneficiado así de una ventaja competitiva en el mercado publicitario digital obtenida de forma desleal, en detrimento de los medios de información españoles y poniendo en riesgo su sostenibilidad económica.
Dijo González-Cuéllar en la sala:
«Dentro de las entidades que patrocinamos, se encuentran el Diario de Navarra y el Norte de Castilla, medios a los cuales se hace una referencia, parece que en tono un tanto jocoso, en la contestación a la demanda. Pues mire, el Diario de Navarra, como antes he manifestado, desde el 14 de octubre de 1998 ya hacía, ya tenía una edición digital. Meta se fundó en el año 2004. El Diario de Navarra tiene 166 empleados, señoría, y presta servicio a su comunidad en esta región española. Su director José Javier Uranga, en el año 1980, sufrió un atentado terrorista. Veinte balazos y un tiro de gracia, aunque logró sobrevivir. Este pleito es un pleito sobre competencia desleal, basado tanto en el apartado primero como el apartado segundo del artículo 15 de la Ley de Competencia Desleal. Pero va más allá, señoría. Es un proceso en el que los medios de comunicación que constituyen el corazón de la democracia están defendiendo su existencia. ¿Por qué? Porque la libertad de prensa es fundamental en la sociedad a la que sirven, porque necesitamos medios plurales, no grandes plataformas oligárquicas, sino medios plurales que puedan competir en el mercado. Para que así la ciudadanía pueda acceder al derecho de información y a la libertad de expresión. Mire, el Norte de Castilla, que también es mencionado como si no pudiera competir en el mercado con Meta, fue fundado en 1854. Entre sus directores tuvo a Miguel Delibes, que decía que durante la dictadura le habían dejado escribir novelas porque pensaban que así hablaba de pájaros, pero sus pájaros eran símbolos de libertad. Los medios que yo patrocino son símbolos de libertad y son los medios que necesita la sociedad. Y para que puedan funcionar democráticamente necesitan tener ingresos y que esos ingresos no les sean usurpados por una plataforma como Meta, que después de no haber innovado nunca, sino haber copiado ideas y haber adquirido empresas para así tener un conjunto de datos sobre los cuales hacer la publicidad personalizada, no se apropien de los de los mismos».
Rescato estos minutos de declaración por varios motivos. Primero porque estas palabras las pronunció ante un juez, Teodoro Ladrón Roda, al que no hace falta que le explique nadie la importancia que ha tenido y tiene El Norte de Castilla en lo que hoy es su capital, su provincia y la comunidad autónoma, pues él mismo es de Valladolid, ciudad con la que mantiene estrechos vínculos. Ni mucho menos la importancia que pudieron tener Delibes, Jiménez Lozano, Umbral o todos los que se reunieron en torno a la figura del novelista en los difíciles años de la censura. Demostraron mucho ojo los letrados de META eligiendo El Norte de Castilla como diana de sus desprecios, la verdad.
El segundo motivo es porque yo me formé como periodista en Diario de Navarra y sé lo que representaba en los ochenta y noventa del siglo pasado ejercer un periodismo libre amenazado por pistoleros. Ni Facebook ni Instagram hubiesen aportado entonces ningún periodista (tampoco lo hacen ahora) que se jugara el tipo por proteger la libertad de los ciudadanos frente al terrorismo.
Y el tercero de los motivos es porque, en el fondo, me siento un privilegiado por dirigir esta cabecera, que es patrimonio inmaterial de este país y, muy particularmente, de Castilla y León. Una cabecera que, tan pequeña y local y modesta, es sin embargo tenida en cuenta de manera protagonista en un proceso judicial a modo de referencia contra lo que practican entidades a las que la opinión pública y los derechos colectivos ganados en España a fuerza de muchos y dolorosos sacrificios les importan un bledo.
Coincido, en fin, con la directora general de la AMI, Irene Lanzaco:
«Los medios de comunicación son pilares fundamentales de nuestra democracia. Sin embargo, hoy se enfrentan a prácticas monopolísticas e ilegítimas que les impiden competir de forma equitativa. Esta demanda es un paso imprescindible para proteger el pluralismo, garantizar el derecho a la información de la ciudadanía y salvaguardar la libertad de prensa frente a modelos de negocio que ponen en riesgo estos valores».
Aunque cada vez cuesta más que la opinión pública y nuestros propios dirigentes sean conscientes de esta gran verdad, no me cansaré de repetirla.
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*Este artículo fue publicado por El Norte de Castilla, en la sección ‘Carta del Director’.
*Ángel Ortiz es director del diario El Norte de Castilla.