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BOJANA ZORIĆ: ‘EL ENFOQUE DE LA UE EN POLÍTICA EXTERIOR FUE DISEÑADO PARA UN MUNDO EN PAZ, PERO ESE MUNDO YA NO EXISTE’​

Bojana Zorić, analista asociada para los Balcanes Occidentales del Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea y coeditora del informe “10 ideas para el nuevo equipo”. / Foto: Canal Europa

BOJANA ZORIĆ: ‘EL ENFOQUE DE LA UE EN POLÍTICA EXTERIOR FUE DISEÑADO PARA UN MUNDO EN PAZ, PERO ESE MUNDO YA NO EXISTE’

Por Ane Barcos / Aquí Europa y Canal Europa (España)

El enfoque de la Unión Europea en política exterior fue diseñado para un mundo en paz, donde el multilateralismo era fuerte y las normas globales se respetaban. Pero ese mundo ya no existe. Así lo asegura Bojana Zorić, analista asociada para los Balcanes Occidentales del Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea y coeditora del informe “10 ideas para el nuevo equipo”, un documento que busca ser una hoja de ruta para revitalizar la política exterior del bloque ante la reconfiguración de las principales instituciones comunitarias.

Aquí Europa– ¿Por qué consideraron que era el momento adecuado para lanzar este proyecto?

Bojana Zoric- Estamos a punto de pasar una nueva página en el ciclo de vida de la Unión Europea. Tras las elecciones europeas en junio tenemos una nueva constitución del Parlamento Europeo, una nueva presidenta de la Comisión Europea, una nueva alta representante y un nuevo presidente del Consejo Europeo, y solo es cuestión de tiempo para que el Colegio de Comisarios sea confirmado.

Con el nuevo liderazgo de la Unión Europea, es natural preguntarnos cómo van a definir el papel global de la Unión Europea y cómo pueden proteger sus intereses mientras navegan en un panorama internacional cada vez más complicado y conflictivo.

Con las crisis estallando alrededor de Europa y del mundo, este es, por tanto, el momento para pensar, adaptar y revitalizar la política exterior de la Unión Europea.

También hoy vivimos en una era de conflictos donde proliferan los conflictos territoriales. Por ejemplo, Rusia y China promueven una narrativa antioccidental y las instituciones internacionales básicas están en crisis.

Además, el papel de Estados Unidos en el mundo y su relación con Europa también podrían verse trastocados tras las elecciones presidenciales de noviembre y, por lo tanto, hay muchos elementos que influirán en la política exterior de la Unión Europea en los próximos meses, y es nuestra responsabilidad como Unión Europea estar preparados para cualquier escenario.

AE– ¿Qué objetivos persigue?

BZ Hace cuatro meses, el instituto publicó un análisis sobre la contestación, donde examinamos tres tipos de contestación territorial, contestación basada en temas y basada en normas. Así que teníamos el diagnóstico, pero nos faltaban soluciones a estos problemas.

Y por eso, con este análisis, dimos un paso más allá y proporcionamos soluciones concretas para el nuevo equipo. Nos guiamos por tres preguntas mientras intentábamos encontrar estas soluciones. ¿Cuál es el problema?, ¿cuál es la solución? y ¿cuál es el costo de la inacción?

Éramos conscientes de que la política exterior y de seguridad de la Unión Europea necesita urgentemente un reinicio. El enfoque actual de la Unión en política exterior fue diseñado para un mundo en paz, donde el multilateralismo era fuerte y se respetaban las normas y reglas globales, pero ese mundo ya no existe y queríamos ofrecer soluciones concretas, razonables y aplicables. Lo que tienen en común es que todas sirven como una llamada de atención para aplicar un enfoque revitalizado a la política exterior.

AE– Eso resume muy bien las tres categorías que aborda este informe: “New Ways of Thinking», “New Ways of Working” y New Ways of Acting”. En la primera, una de las ideas que se plantea es «Superar la Política Europea de Vecindad: es tiempo de reiniciar». ¿Cuáles son las principales limitaciones de la Política de Vecindad actual, y cómo propone que se reconfigure para ser más efectiva?

BZ-  El problema aquí es que la política europea de vecindad ya no es adecuada para abordar los desafíos en evolución en la región del Mediterráneo meridional. El papel de la UE como único actor dominante se ha reducido, particularmente en el norte de África.

Rusia, China y Turquía se han convertido en actores importantes en la región, mientras que los estados de Golfo, especialmente el reino de Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos han emergido como fuerzas regionales.

En ese sentido, lo que la autora Dalia Ghanem propone en su capítulo es que la Unión Europea se aleje del enfoque ‘one-size-fits-all’, una solución para todos, que ha caracterizado la relación del UE con los países del Mediterráneo meridional. Un nuevo enfoque requiere desmantelar el marco actual y redistribuir sus recursos.

En términos prácticos, eso significa desarrollar relaciones bilaterales únicas con cada país del sur, abordando sus necesidades y aspiraciones específicas.

Por ejemplo, un enfoque bilateral para impulsar el desarrollo del turismo, podría ser una prioridad para Túnez, mientras que Marruecos podría priorizar los esfuerzos conjuntos para combatir el cambio climático junto con la colaboración en el desarrollo económico. Con Libia y Jordania se trata de una cooperación en seguridad, por ejemplo. Así que hay que fomentar también la formación de agrupaciones multilaterales ad hoc centradas en temas específicos.

Estos grupos pueden complementar los esfuerzos bilaterales y regionales enfocándose en necesidades concretas y promoviendo la colaboración entre países que enfrentan problemas similares. Y también, por ejemplo, hay que crear una nueva dirección general bajo el Servicio Europeo de Acción Exterior, específicamente para las relaciones con el sur.

Esto permitiría contar con un equipo de expertos dedicado a gestionar las asociaciones estratégicas y fomentar un compromiso más profundo con cada país del sur. Disolver el marco actual permitiría a la Unión Europea adoptar un enfoque más flexible y personalizado en la cooperación con los países del sur.

AE– En el informe también se proponen “New Ways of Working” o nuevas formas de trabajar, categoría en la que se aborda la ampliación. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, prometió nombrar a un comisario dedicado exclusivamente a esta labor. En el informe se propone «Construir fuerza a través de la integración gradual: Un plan para la ampliación de la UE». ¿Cómo definiría esta estrategia de integración gradual y qué cambios significativos propone para el proceso de ampliación?

BZ- En este capítulo argumento que la ampliación debe suceder, y no me refiero solo a Ucrania y Moldavia, sino también a los Balcanes Occidentales. 20 años de estancamiento es demasiado. Y la integración gradual a la Unión Europea implica permitir que los países en proceso de adhesión se unan de manera progresiva al mercado único, de modo que puedan obtener algunos beneficios de la membresía antes de haber completado todo el proceso en lugar de esperar años o décadas mientras se realizan las reformas necesarias para adaptar sus legislaciones y mercados al acervo comunitario.

Sugiero integrar gradualmente a estos países, comenzando con la política común de seguridad y defensa (PCSD). Esto servirá como proyecto piloto.

¿Y qué significa esto en términos concretos? Abrir la puerta a la PCSD para aquellos candidatos que han demostrado voluntad y disciplina. Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia, Albania, Macedonia del Norte y Montenegro, todos los miembros de la OTAN han aumentado significativamente su gasto militar.

Actualmente, dedican un mayor porcentaje de su PIB a la defensa de 14 Estados miembros de la Unión Europea. Sus fuerzas armadas están completamente alineadas con las estructuras, procedimientos y normas de la OTAN. Además, tienen un 100% de alineación con la PCSD, según los informes de Progreso de la Comisión. Y la Unión Europea debería invitarlos a participar en el Consejo de Asuntos Exteriores.

En este caso no tendrían derecho a veto ni a voto hasta que se produzca la membresía plena, pero podrían consultar y hacer declaraciones oficiales sobre temas de importancia estratégica para la región.

Mi opinión es que la UE debe hacerse concepciones, de lo contrario, veremos más retrocesos en la transición democrática, más etnonacionalismo, mayor erosión del apoyo público y la confianza en la Unión Europea y en los partidos proeuropeos. Y finalmente veremos más presencia de Rusia y China en la región. Y al integrar a estos países en la PCSD, galvanizamos la ampliación de la UE. Es la forma de contrarrestar el estacionamiento y fortalecer a la propia Unión Europea, en mi opinión.

AE- Acaba de hablar de la política común de seguridad y defensa, que es precisamente lo que se aborda en esa última categoría «New Ways of Acting» o nuevas formas de actuar. ¿Cuáles son las principales críticas o limitaciones actuales de las misiones y operaciones que han motivado esta propuesta de repensarlas?

BZ- El autor, Jan Joel Andersson, sostiene que durante más de 20 años la Unión Europea ha desplegado misiones y operaciones en el marco de la PCSD, pero su impacto duradero ha sido limitado en muchos casos y él propone menos misiones y operaciones centradas en los intereses fundamentales de Europa.

Eso significa apoyar a los países candidatos como Ucrania y Moldavia y los Balcanes occidentales y proteger las rutas marítimas. Es también en ese vecindario más amplio donde la Unión Europea tiene probablemente mayores posibilidades de éxito.

La UE es un actor global, pero todos los actores globales deben actuar primero en su casa. Y sin un vecindario seguro y estable, la UE no puede proporcionar seguridad de manera creíble en el exterior. Y sobre la base de las misiones de asesoramiento y asistencia para Ucrania, que cuentan con amplio respaldo en las que casi todos los estados miembros de la UE contribuyen a la formación de tropas ucranianas y personal del sector de seguridad civil, las futuras misiones podrían, por ejemplo, incluir formación militar y un mayor apoyo al sector de seguridad civil en Moldavia, en Armenia y otros países candidatos y socios de la Unión Europea.

Porque el problema es que si la Unión Europea sigue estando sobrecargada, existe el riesgo de que su papel como actor en la gestión de crisis se desvanezca en la irrelevancia y continuar con misiones de formación y desarrollo de capacidades a pequeña escala en lugares donde la Unión Europea carece de ventaja relativa y de apoyo político, tanto de los gobiernos socios como de los estados miembros de la UE. No solo es ineficaz, sino que también socava la credibilidad de la Unión como un actor estratégico.

AE– Con todas estas propuestas e ideas sobre la mesa, ¿cómo espera que estas ideas sean recibidas por la nueva Comisión y los Estados miembros de la UE?

BZ- El Instituto hará el lanzamiento oficial de este proyecto el 17 de septiembre en Bruselas*, junto a responsables funcionarios de la UE, por ejemplo, del Servicio Europeo de Acción Exterior, y ahí es donde esperamos generar un debate y explorar formas de avanzar. Nuestro análisis completo se puede encontrar en el sitio oficial del instituto.

Las propuestas ya han llegado al escritorio de la nueva alta representante y lo que todos debemos hacer ahora es difundir estas ideas y pensar colectivamente en cómo podemos hacerlas  realidad. Nosotros somos conscientes de los numerosos desafíos internos que podrían impedir la implementación de estas ideas audaces pero factibles.

Aun así, la historia nos ha enseñado que muchas cosas que parecían imposibles, al principio, fueron superadas por los Estados miembros de la Unión Europea. Así que nosotros creemos que es esencial que el nuevo liderazgo las implemente

La UE corre el riesgo de convertirse en un espectador irrelevante en los asuntos internacionales, incapaz de abordar el creciente número de crisis e incluso podría llegar a ser el blanco de ataques militares. Así que, ¿cuál será la tasa de éxito? Eso está aún por verse, pero nosotros esperamos que estas ideas se discutan y lo más importante, que se consideren.

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* Este artículo fue publicado originalmente el 3 de septiembre en Aquí Europa, con cuya autorización reproducimos en este espacio.

Si desea republicarlo, por favor, cite el origen y haga un enlace a www.aquieuropa.com/.

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