ESCÁNDALO DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA: EL MINISTRO AYUDÓ A LIQUIDAR ORO DE VENEZUELA Y SE LUCRÓ CON EL FRAUDE
Por Maciej Stasiński / Gazeta Wyborcza (Polonia)
En el círculo íntimo del presidente socialista Pedro Sánchez operaba una red de corrupción que organizaba negocios ilegales a cambio de sobornos. La soga en torno al presidente del Gobierno se estrecha.
Durante muchos meses se ha escrito en los medios de comunicación españoles sobre una telenovela que narraba las prácticas delictivas y de soborno en el Gobierno y su entorno. Comenzó con el descubrimiento de un chanchullo con la compra ficticia de mascarillas antivacunas en 2020, pero con el tiempo se han ido añadiendo los chanchullos de la mafia de los carburantes, así como los oscuros intereses de dignatarios de la dictadura venezolana, liquidando lingotes de oro en Europa.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo negó todo desde el principio, y a medida que los escándalos salían a la luz uno tras otro, repetía que no sabía nada de los turbios manejos de su círculo más cercano en el Partido Socialista y del ministro, y atribuía las revelaciones de la prensa a una “campaña de fango” en la que sus enemigos de la derecha, llamados por él “la fachosfera”, quieren ahogarle.
Desde hace dos días, sin embargo, los escándalos que rodean al Gobierno de Sánchez han salido del ámbito de la información mediática. Un informe de varios centenares de páginas de la Unidad X Especial de Investigación de la Guardia Civil señala negro sobre blanco que en el Gobierno y en torno a él operaba una “red de corrupción” y una “organización criminal” cuya “piedra angular” era el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, también secretario de organización del Partido Socialista. El político contaba con la ayuda, entre otros, de su asesor García Koldo, y como cliente estaba el empresario Víctor de Aldama.
NEGOCIOS CORRUPTOS EN EL ENTORNO DEL PRESIDENTE
De Aldama fue detenido hace unos días al descubrirse que había exportado al extranjero 70 millones de euros de beneficios ilegales procedentes del fraude fiscal.
El juez instructor encargado del caso exigió el jueves al Parlamento que certifique a Ábalos como diputado y pida después al Tribunal Supremo que levante su inmunidad. Cuando la prensa reveló su papel en los escándalos, Sánchez le destituyó. Ábalos cambió los colores del club, de socialista a independiente, y sigue ocupando un escaño en el Parlamento.
La cuenta de la red de corrupción Ábalos-Koldo-Aldama incluye no sólo el fraude de las mascarillas antivacunas nunca entregadas pero lujosamente pagadas (tres contratos públicos por un total de 5,4 millones de euros), sino también, entre otras cosas, la creación de una empresa que oficialmente se dedicaba al comercio de petróleo y gas, pero que en realidad defraudaba el IVA, y la compra por el Estado de la empresa en quiebra Gobelia por casi 500 millones de euros.
A cambio de los favores prestados a las empresas «chuleadas» al Gobierno por Koldo y Aldama, Ábalos y su amante recibieron “honorarios” en metálico y, por ejemplo, en forma de una lujosa mansión junto al mar en la provincia de Cádiz. Un intermediario declaró que llevó personalmente bolsas de dinero (al menos 90.000 euros) a la sede del partido socialista en Madrid.
El informe de la Guardia Civil afirma que este dinero en efectivo representaba una “comisión por el acceso” del tándem Koldo-Aldama al ministro y a los órganos de decisión del Gobierno.
ORO DE VENEZUELA
Ábalos también trajo a Madrid en 2020 a Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, y le organizó una reunión secreta con algunos ministros del Gobierno de Sánchez.
Según el informe de la Guardia Civil, se trataba de ayudar a vender 104 lingotes de oro introducidos de contrabando en Europa por un importe de más de 63 millones de euros, con la intermediación de De Aldama. El oro, conocido como “chink”, fue transportado en un avión ruso fletado en Moscú por aerolíneas zambianas hasta la capital de Zambia, luego a Caracas y de allí a Madrid.
En aquel momento, los dignatarios del régimen venezolano estaban sometidos a sanciones de la Unión Europea y no se les permitía entrar en ningún país miembro. Ábalos recogió personalmente a Rodríguez en el aeropuerto de Barajas, donde aterrizó cargada de misteriosas maletas.
SÁNCHEZ SE AFERRA A LAS CONCESIONES
También vinculada a algunas de las personas y empresas en la órbita de la red Kold-Aldama-Ábalos está Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, que ha estado recaudando dinero para su cátedra en la Universidad de Madrid ayudando a empresarios a conseguir ayudas públicas para sus negocios. La cátedra fue gestionada para la mujer de Sánchez por el rector, a pesar de que no tenía la titulación necesaria para ostentarla.
Cuando Sánchez comenzó su carrera política como nuevo líder del Partido Socialista hace unos años, se vio favorecido por la corrupción destapada por los medios de comunicación y perseguida por la justicia dentro del derechista Partido Popular (ahora en la oposición). Entonces se destapó la llamada “contabilidad de izquierdas” del partido, en la que el tesorero Luis Bárcenas registraba los cánones ilegales pagados a dirigentes del partido por empresarios. Sólo Bárcenas se llevó casi 40 millones de euros en cuentas a Suiza.
“Bajo su mandato, la corrupción ha llegado al cargo de presidente del Gobierno. Si no pone fin a su agonía, nuestras instituciones y nuestra democracia empezarán a morir. Sólo tiene usted un camino: la dimisión”, dijo entonces Sánchez en el Parlamento al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras lo cual encabezó una moción de censura contra el jefe del Ejecutivo. Como resultado, Rajoy se marchó y Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno.
Hoy, la moción de censura contra el Presidente Sánchez no tiene ninguna posibilidad de éxito.
Su mínima mayoría parlamentaria la salvan invariablemente los partidos nacionalistas separatistas de Cataluña y el País Vasco. A cambio de votos, el Gobierno de Sánchez cede ante ellos en todo lo que exigen: desde la amnistía para los autores del golpe de Estado de 2017 en Cataluña y la soberanía financiera para la región, hasta la excarcelación y conmutación de penas para los terroristas vascos de ETA.
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MACIEJ STASIŃSKI, periodista polaco, es editor Internacional del diario Gazeta Wyborcza y miembro de EditoRed.
Este artículo se publicó originalmente en polaco en el diario Gazeta Wyborcza, con cuya autorización reproducimos aquí.