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PERÚ REGRESA A LAS ASOCIACIONES PÚBLICO-PRIVADAS CON MEGAPROYECTO PARA TRATAR AGUAS RESIDUALES Y CERRAR BRECHA DE INFRAESTRUCTURA

PERÚ REGRESA A LAS ASOCIACIONES PÚBLICO-PRIVADAS CON MEGAPROYECTO PARA TRATAR AGUAS RESIDUALES Y CERRAR BRECHA DE INFRAESTRUCTURA

Por EditoRed

Después de cinco años en los que se mantuvieron congeladas en Perú las asociaciones público-privadas (APP), el país andino regresó a esta modalidad de contratación, apostando a la inversión privada para cerrar su brecha en infraestructura sanitaria. 

El regreso a las APP se dio a través de un megaproyecto de más de 92 millones de euros para poner en marcha un sistema de tratamiento de aguas residuales en Chincha, a 200 kilómetros de Lima, que beneficiará a 345.000 personas. 

El proyecto fue adjudicado por la agencia Proinversión a la empresa española de gestión del agua Aqualia, la cuarta empresa de agua de Europa por población servida y la novena del mundo, que hoy opera en 18 países y que ahora llega a Perú.

A Aqualia se le adjudicó el diseño, financiación, construcción, operación y mantenimiento de este sistema de tratamiento de aguas, proyecto que permitirá reducir las enfermedades causadas por el agua residual no tratada, mejorando la salud pública y la calidad de vida de los habitantes de los distritos afectados. El proyecto potenciará además la economía circular en el territorio, ya que el reúso de las aguas tratadas supondrá una nueva fuente de agua para el uso agrícola y/o industrial de una zona que actualmente sufre escasez de agua. 

Aqualia ejecutará y operará aproximadamente 21 kilómetros de redes de recolección principal y líneas de impulsión, una estación de bombeo, las plantas de tratamiento de aguas residuales incluidas en el proyecto y 7,7 kilómetros de líneas para la disposición final de las aguas tratadas.

La concesión tiene un plazo de 24 años, dentro de los cuales los cuatro primeros se usarán para el diseño, financiamiento y construcción, y los veinte restantes para la operación y mantenimiento.

En el acto público celebrado el 7 de enero en el que ProInversión adjudicó a Aqualia el proyecto, el director ejecutivo de la agencia peruana, José Salardi, explicó que “esta concesión supone un desbloqueo de las asociaciones público-privadas en el sector del saneamiento, que espera desde hace seis años el desarrollo de infraestructuras para el tratamiento de aguas residuales”. Salardi señaló que “la PTAR Chincha forma parte de una cartera de ocho proyectos de saneamiento por más de 1.500 millones de euros que impulsará ProInversión en 2025”.

En este acto también participó el ministro de Economía y Finanzas de Perú, José Arista, quien destacó la potencialidad de las asociaciones público-privadas para poder cerrar las brechas de infraestructura del país, señalando que es fundamental que el Estado incorpore al sector privado para cumplir con este objetivo.

Se estima que el déficit de infraestructura en el Perú es de más de US$100 mil millones, según las cifras gubernamentales.

“La brecha de infraestructura no la puede cubrir solo el sector público, y por eso necesitamos urgentemente incorporar al sector privado, a través de mecanismos como las APP, adjudicaciones y contratos de concesión que estamos trabajando con Proinversión”, indicó el ministro Arista. 

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