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ARGENTINA: GANA EL PERONISTA MASSA E IRÁ AL BALOTAJE CON ‘EL LOCO’ MILEI​

ROBERTO DA RIN

ARGENTINA: GANA EL PERONISTA MASSA E IRÁ AL BALOTAJE CON ‘EL LOCO’ MILEI

Inesperada. La ‘remontada’, el regreso del peronismo sorprendió a observadores y analistas. SergioMassa, ministro de Economía, el hijo pródigo del peronismo, derrotó al loco, así lo llaman, Javier Milei, de 53 años, el anarcoliberal que parecía imparable. Argentina acude al balotaje el 19 de noviembre, pero se ha evitado la victoria en primera vuelta del histriónico Milei. Massa obtiene el 36,6% de los votos, Milei el 30%.

Ahora, los dos vencedores tendrán que vérselas con la ‘la piba’, Patricia Bullrich, que el domingo se llevó el 23%. La piba: 67 años, un pasado en los Montoneros, exiliada en Brasil durante la dictadura argentina… Pero de derecha.

Hoy, sin embargo, es el día de Massa.

De origen italiano, 51 años, es un peronista de larga trayectoria capaz, en sus 30 años de carrera política, de jurar lealtad a los líderes del partido (Néstor Kirchner y su esposa Cristina Fernández deKirchner) sólo para retractarse, desafiarlos y esperar que «vayan a la cárcel, por corrupción».

Ahora… contraorden compañeros, vuelve a haber pleno acuerdo. Ideología voluble y ambición desenfrenada. Así hablan los suyos, ni siquiera extraoficialmente. Uno de ellos, para «explicar» Sergio Massa a los periodistas extranjeros, dice que en la vida, en Argentina, a menudo se cambia de esposa, trabajo y lugar de residencia. Pero no el equipo del corazón, el de fútbol, claro. Aquí, Massa fue hincha primero de San Lorenzo, luego de Chacarita y finalmente de Tigre. «¿Por qué los argentinos siguen votando peronista? Ni por la economía (hecha trizas), ni por la corrupción (alta), ni por la inseguridad (pesada). ¿Por qué? Es un acto de fe». Este es el análisis de Carlos Malamud, comentarista autorizado del Real Instituto Elcano de Madrid.

El loco Milei, sin embargo, va al balotaje con el hijo pródigo del peronismo y no fue subestimado: Es imposible saber si Conad, el mastín inglés de Milei, fallecido en 2017, había previsto el resultado.

Ciertamente, el candidato presidencial Milei, a través de un médium, entró en «contacto» con el perro muerto y habló. Él mismo lo cuenta. Los otros perros, los vivos, son heterónimos, diría Fernando Pessoa, de economistas liberales en cuyo dueño (siempre Milei) se inspira en las emisiones televisivas cuando explica sus programas de política económica. Así es, sus perros son Milton (como Milton Friedman), Murray (como Rothbard), Robert y Lucas (como Robert Lucas).

Sí, la Buenos Aires de las librerías abiertas día y noche, la ciudad con una extraordinaria programación teatral que rivaliza con París, la urbe culta con mayor número de psicoanalistas por habitante, asiste a un espectáculo grotesco: la elección de un presidente que, sea cual sea el balotaje, alcanzará el punto más bajo en 40 años de democracia. Un (no)debate a base de palabrotas, la motosierra con la que Milei querría exterminar a los opositores de la «Casta» y las dolorosas réplicas de un peronista, el actual ministro de Economía, Massa, que promete resolver los problemas de estabilidad macrofinanciera que no ha hecho más que agravar en los últimos 4 años. La inflación es del 140%, los pobres superan el 40% de la población y la devaluación del peso, la moneda argentina, bate cada día nuevos récords. ¿Las reservas del Banco Central? A cero. El dólar blue, el que se compra en las calles de la ciudad, ha superado los 1000 pesos, tres veces más que el oficial.

Esto conduce a la idea malsana, aceptada por algunos millones de argentinos, de que es plausible dolarizar el país, es decir, abolir la moneda argentina y utilizar el billete verde. Una opción que ya tomó el ex ministro de Economía Domingo Cavallo y que condujo al default y a disturbios callejeros en 2001. A sus 51 años, Massa lo ha sido casi todo en la política argentina. Pero no «inquilino de la Casa Rosada». Y ahora lo está intentando de verdad. Frente a la debilidad humana de subirse al carro de los ganadores y bajarse justo antes del batacazo, a Massa se le atribuye un gran mérito: «Asumir cargos (el último como ministro de Economía) para los que no tiene competencia».

Un tango melancólico, el de Carlos Gardel, antes del siguiente episodio, el balotaje: ‘Mi Buenos Aires querido’.

 

Roberto Da Rin, periodista italiano, es el Editor Intenacional de Il Sole 24 Ore.

Este artículo fue publicado originalmente en Il Sole 24 Ore, de Italia.

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