EditoRed

ASOCIACIÓN DE EDITORES DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE LA UE Y AMÉRICA LATINA

​ PERIODISTA BIEN TRATADO, INFORMACIÓN D

MATHIEU BION

PERIODISTA BIEN TRATADO, INFORMACIÓN D

La adrenalina de ser el primero en informar motiva a un joven periodista lleno de vitalidad y podría parecer suficiente para estar feliz. Sin embargo, ¡está claro que la vocación ya no llena la nevera! Sobre todo en las circunstancias actuales.

La presión de la inmediatez, la competencia de los periódicos gratuitos, las relaciones desleales entre las plataformas digitales y las empresas de comunicación, la inflación galopante que difícilmente se traslada en suscripciones, son factores que obligan hoy en día a los medios de comunicación a emprender una carrera a la baja.

Así, una vez reducidos los costes fijos en las áreas periféricas, la empresa de comunicación ataca a su joya, la redacción.

Por un lado, la tendencia es reducir el número de puestos de trabajo disponibles en una redacción mientras que, por otro, la cantidad de historias a cubrir aumenta con cada crisis -por ejemplo, a nivel europeo, la crisis migratoria de 2015, el Brexit después de 2016, la pandemia de 2020, la invasión militar rusa de Ucrania en 2022-.

Los nuevos contratados, que como periodistas autónomos se han convertido en pequeñas productoras, trabajan con diversos clientes con los que establecen una relación transaccional. Una historia sigue a otra, y la información recogida se reutiliza para otra historia, si es posible con un nuevo ángulo. Cuidado con el estrés excesivo y ‘burn out’!

Cuando tienes poca protección, te sentis como un periodista de segunda división. Así que, para salir de la sombra, trabajas el doble para hacerteun lugar bajoel sol. Poco importa la historia del medio de comunicación, el hecho de seguir en el camino que antes nombres prestigiosos habían iniciado. Después de todo, ¿es tan anormal, en una relación transaccional, dejar a un cliente por otro con mejor precio? Eso también es la ley del mercado.

No habrá información de calidad sostenible sin un periodismo sostenible, que ofrece a los periodistas buenas condiciones de trabajo: un salario decente, una carga de trabajo aceptable. La seguridad financiera es un requisito previo para una relación profesional duradera.

La formación debe ayudar a los periodistas, testigos de un mundo en rápida evolución, a descifrar las convulsiones de nuestro tiempo y a incorporar nuevos métodos de trabajo vinculados al desarrollo de la tecnología.

El periodismo sostenible es capaz de aportar su valor añadido, una cierta mirada sobre la actualidad, un análisis de un conjunto de datos que la inteligencia artificial todavía no puede superar.

No habrá información de calidad sin empresas de medios de comunicación sostenibles. La potencia de las plataformas digitales pone a las organizaciones de noticias en desventaja. Con el tráfico que generan, especialmente a través de sus secciones de noticias, los ingresos publicitarios de las plataformas se disparan.

Las empresas de noticias exigen, con razón, su parte, mucho mas que las migajas que estas plataformas están dispuestas a darles, argumentando que las empresas mediáticas deberían estar contentas con el tráfico que redirigen a los medios de comunicación. Obviamente, esto es demasiado poco.

Las empresas de medios de comunicación deben dejar a un lado su rivalidad para resistir, negociar y obtener una remuneración justa, al menos a escala nacional, quizá supranacional. En la UE, las normas revisadas que garantizan los derechos de autor de los vecinos pueden ayudar.

No habrá periodismo de calidad sin un lector, de cualquier edad, que busque información de calidad y esté dispuesto a pagar por ella. Todo empieza en la escuela, donde es esencial un curso de alfabetización mediática. Como futuros ciudadanos y votantes, los estudiantes deben darse cuenta de la importancia democrática de nuestra profesión.

Necesitan tener las claves para distinguir la verdad de la falsedad, las técnicas de elaboración de perfiles que estrechan el campo de visión del mundo percibido a través de las redes sociales. Con el tiempo, deben perfeccionar su capacidad de pensamiento crítico para poder dudar, comparar y construir su propia versión de la verdad.

La responsabilidad del sistema educativo es muy grande, pero sus recursos suelen estar en entredicho. Los periodistas debemos ir a las aulas a explicar quiénes somos, qué rol jugamos en la sociedad, ¡y a animar a los chicos que quieren trabajar cómo periodista

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