COP28: YA HAY APORTES AL FONDO PARA PAGAR LOS DAÑOS CAUSADOS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO A PAÍSES VULNERABLES
Los países más vulnerables al cambio climático han empezado la COP28, que se desarrolla en Dubái, con un triunfo: luego de tres décadas de que surgiera la idea, al fin se creó el fondo para pagar las pérdidas y daños que han sufrido y las que sufrirán por el aumento de la temperatura en el planeta, un fenómeno del que son responsables en mayor medida las naciones más desarrolladas.
Los cerca de 200 países representados en la Cumbre acordaron el jueves 30 de noviembre de 2023 que el fondo sea manejado por el Banco Mundial. ¿Quiénes deben contribuir? En el acuerdo se invita a los países desarrollados, los que históricamente han causado la mayor emisión de gases de efecto invernadero, a que tomen la iniciativa y den los primeros aportes.
Y el país anfitrión de la COP28, Emiratos Árabes Unidos, un petroestado, ha dado la contribución inicial: en la primera jornada, Sultán al Jaber, quien preside la cumbre, ha dicho que su país aportará 100 millones de dólares. Enseguida, Alemania se ha comprometido con otros 100 millones. Reino Unido, con 60 millones de libras esterlinas (unos 76 millones de dólares). Los 27 países de la Unión Europea, en total, contribuirán con unos 225 millones de euros, alrededor de unos 245 millones de dólares. Japón ha informado que su aporte será de 10 millones de dólares.
Estados Unidos ha prometido 17,5 millones, siempre que el Congreso de ese país lo apruebe. La norteamericana era una de las naciones ricas reticentes a crear el fondo porque no querían que implique una aceptación de responsabilidades, no querían que se asumiera que hacen una compensación por daños que hubieren causado.
El enviado de EE.UU. para el clima, John Kerry, declaró que han trabajado para que el aporte de estos recursos “se base en la cooperación y no implique responsabilidad ni compensación», según publica BBC Mundo.
Hoy, 1 de diciembre de 2023, Francia anunció que su contribución será de 100 millones de dólares, y Canadá de 16 millones.
En total, los primeros compromisos suman alrededor de 400 millones de dólares. Y pueden incrementarse.
OTROS CONTRIBUYENTES
Fue toda una sorpresa que la creación del fondo y los primeros aportes se acordaran en la jornada inaugural de la COP28. Se esperaba que este, que era uno de los temas más importantes de la cumbre mundial del clima, se fuera debatiendo a lo largo de los días y solo al final se anunciara su manejo y los montos de contribución.
Ahora, lo que se espera es que, hasta el final de la cumbre, el 12 de diciembre, haya más naciones que se comprometan a pagar por los daños que en otros países provocan sus emisiones de carbono a la atmósfera.
Y eso será posible porque en el acuerdo no se fijó que los aportes los hagan solo los países que históricamente han usado más combustibles fósiles, desde el inicio de la era industrial, en el siglo XIX. Las contribuciones quedaron abiertas para todos. En ese sentido, se tiene expectativa por los compromisos que pueda adquirir China, cuya industrialización no es de larga data, pero es el país que actualmente ocupa el primer puesto en emisiones de gases de efecto invernadero.
Y por los términos en los que quedó el acuerdo, es factible que más adelante también se obtengan aportes de las empresas o actividades en general que más contribuyan al sobrecalentamiento del planeta. Ya el secretario de la ONU, Antonio Guterres, ha instado a los magnates del planeta a compensar a quienes sufren las consecuencias del cambio climático.
Según publica El País, de España, el acuerdo alcanzado establece que el fondo estará abierto a “recibir contribuciones de una amplia variedad de fuentes de financiación, incluidos donaciones y préstamos en condiciones favorables de fuentes públicas, privadas e innovadoras”.
También establece que el propósito es “ayudar a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático” a poder hacer frente “a las pérdidas y daños económicos y no económicos asociados con los efectos adversos” de la crisis climática.
TRES DÉCADAS DE LUCHA
En la década de 1990 se empezó a plantear la necesidad de que los países que más contribuyen al incremento de la temperatura en el planeta paguen por los daños que eso provoca -especialmente sequías, inundaciones y desplazamiento de la población- a los países que los sufren.
No fue sino hasta el año pasado que la idea alcanzó un consenso. Fue uno de los más importantes resultados de la COP27, la cumbre climática que tuvo lugar en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
Ahí se acordó que el fondo debía crearse. Pero faltaba fijar quién y cómo manejaría esos recursos y quiénes deberían contribuir a él. Las negociaciones llevaron un año.
A inicios de noviembre pasado, en la ciudad de Abu Dabi (en Emiratos Árabes Unidos), se iniciaron sesiones para conseguir un acuerdo provisional. Quedó tan avanzado que, no sin sorpresa, en la primera jornada de la COP28 se anunció el ansiado establecimiento del fondo.
Pero, ¿será suficiente? Los especialistas en cambio climático ven bien que se hayan establecido estas primeras contribuciones, sin embargo, queda claro que no deben ser ni las únicas ni las últimas.
El País afirma que “no bastan cientos de millones, sino cientos de miles de millones cada año”. El diario español consultó a Tracy Carty, experta en políticas globales de Greenpeace Internacional. Ella dijo que es un buen primer paso, “aunque es un fondo que se queda corto para lo que realmente necesitan y se merecen”.
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