ALGORITMO Y NOTICIAS FALSAS​

Los acontecimientos de los últimos días demuestran lo urgente que es reformar el sistema de información y publicidad que controla los ingresos financieros. Asistimos a una crisis creciente en el sector editorial y de los medios de comunicación generada por la ausencia de una normativa acorde a nuestros tiempos en el ámbito periodístico, pero al mismo tiempo por unas pocas normas determinadas en materia de publicidad en las redes sociales.

La publicidad, en particular, que ha robado cientos de millones de euros a los medios tradicionales en los últimos años. Lo discutimos con motivo del último Consejo Nacional de Figec Cisal, la Federación Italiana de Periodismo, Edición y Comunicación, destacando que por un lado se pide transparencia, ética profesional, formación y actualización, por el otro asistimos a una jungla. Una formada por noticias falsas difundidas en diversas plataformas y anuncios –a menudo ocultos– que en ocasiones cuentan con la participación de menores.

A estas alturas, a la luz de lo que está sucediendo, nos damos cuenta de que la falta de reglas combinada con la desregulación de los algoritmos ha generado un sistema incontrolable en el que ya no entendemos dónde están la realidad y la verdad.

El Papa Francisco en la carta «Inteligencia artificial y paz», la Unión Europea con las directrices de la Ley de IA (cuya aplicación con regulación, en el caso de que todo vaya bien, no será antes de un par de años) y en la Cumbre de Seguridad en Londres indicaron la necesidad de implementar intervenciones también por parte de las instituciones de cada país.

El periodismo sigue siendo una salvaguardia de la democracia, pero está constantemente amenazado por la crisis generada por la falta de de una actualización regulatoria en el sector de la información (las normas tienen más de sesenta años) y de la actual falta de normas en la recogida de publicidad online y en las redes sociales. Todo esto ha generado a lo largo de los años múltiples crisis empresariales, solicitudes de intervención pública para jubilaciones anticipadas e inversiones tecnológicas que, cabe subrayar, no deben sustituir sino ayudar el trabajo de los periodistas.

Es un momento verdaderamente complejo en el que Figec Cisal espera que el Gobierno y el Parlamento italianos involucren a los actores del sistema de información y comunicación porque existe un riesgo real de no entender con certeza cuál es la sociedad en la que vivimos, porque nuestra experiencia vivida corre el riesgo de verse abrumado por el algoritmo de lo virtual.

Andrea Bulgarelli es consejero nacional de la Figec Casal y consejero general de Inpgi

Este artículo se publicó originalmente en italiano, en la página web Giornalistitalia, con cuya autorización lo reproducimos aquí. Lo puede leer en su versión original en este link.