GERARDO ESQUIVEL
MÉXICO: ¿QUÉ DEBE SEGUIR Y QUÉ DEBE AJUSTARSE?
Para cuando usted lea este artículo es posible que ya sepa quién ganó las elecciones presidenciales en México e incluso que tenga una buena idea de cuál será la composición del Congreso. Al momento de escribir estas líneas, yo aun no lo sé. Esta es una de las características de la democracia: la incertidumbre en los resultados. A pesar de eso, es posible hacer un ejercicio en el que, gane quien gane, podamos reflexionar sobre cinco cosas que nos gustaría que continuaran y cinco cosas que creemos que deberían modificarse. Veamos.
Debe garantizarse la continuidad de la estabilidad macroeconómica. Esto implica mantener el respeto a la autonomía del Banco de México, una política fiscal prudente, niveles de deuda razonables y sostener el régimen de tipo de cambio flexible.
Debe mantenerse la política comercial que ha permitido modernizar al sector industrial mexicano e integrarnos en las cadenas globales de valor. El TMEC es un instrumento de desarrollo del país y, como tal, debemos hacer todo para preservarlo.
Debe continuarse con la política salarial y laboral de fortalecimiento de la capacidad de compra de los trabajadores de menores ingresos. El salario mínimo aún tiene algún margen para crecer, de acuerdo con lo observado en la frontera norte del país.
La política de desarrollo regional que favorece inversiones públicas en el sur-sureste del país debe continuar. La brecha entre el sur y el resto de las regiones del país es aún muy alta y debe seguir disminuyendo. Este elemento es crucial para reducir también la pobreza y la desigualdad.
Debe mantenerse la mayoría de los programas sociales que implementó esta administración. Han contribuido a reducir la pobreza y la vulnerabilidad de amplios segmentos de la población.
Por otro lado, deben hacerse ajustes a la política de seguridad. Si bien es cierto que los homicidios han comenzado a descender, estos aún son extraordinariamente elevados y hay otros delitos que están creciendo en forma significativa (la extorsión, por ejemplo).
Debe mejorarse el entorno de negocios y el clima de inversión. Para crecer necesitaremos de montos importantes de inversión privada. Un proceso de distensión política con el sector privado debe ser el primer paso en esta dirección.
Debe reducirse la incertidumbre relacionada con el sector energético. A la fecha, están detenidas muchas inversiones derivadas de esta incertidumbre. Deben planearse, autorizarse y ejecutarse nuevos proyectos (ya sea públicos o privados) que garanticen el abasto futuro de energía (sobre todo, limpia) en todo el país. Este tema es crucial para poder recibir los beneficios del proceso de relocalización industrial.
La política de salud debe revisarse. Debe reducirse significativamente la carencia de acceso a los servicios de salud y debe garantizarse el abasto oportuno de medicinas.
Se debe tratar de mejorar el entorno en el que operan diversas instituciones del país. Esto incluye, por supuesto, a los organismos constitucionales autónomos. En particular, se deben realizar los nombramientos que permitan completar a los órganos de gobierno de estas instituciones, para que estas puedan operar en forma óptima y cumplir con sus mandatos.
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GERARDO ESQUIVEL es articulista del diario mexicano Milenio.
Este texto fue publicado originalmente en Milenio, con cuya autorización reproducimos aquí.