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El VIII Congreso de EditoRed evaluará el impacto de la Inteligencia Artificial en el periodismo y en los medios de comunicación, la forma en la que está transformando la producción, distribución y el consumo de contenidos, así como los desafíos éticos y regulatorios que plantea.
Teniendo en cuenta que este congreso cumple la labor de ser una actividad preparatoria para la Cumbre CELAC-UE, en este encuentro los congresistas también evaluarán el estado de las relaciones entre Europa y América Latina, las oportunidades de cooperación y el rol de los medios de comunicación en los conflictos internacionales y en la coyuntura geopolítica actual.
A continuación publicamos artículos de nuestros congresistas sobre estos temas:

Alberto Barciela
*Director del VIII Congreso de Editores Europa América Latina Caribe

RECADO DE ESCRIBIR PARA ÁLVARO MUTIS
Hasta Cartagena llegaremos para “entregar ciertos mensajes, disolver ciertas frágiles certezas y dejarnos en el desamparo de inconfesables perplejidades”. Ojalá nuestras palabras, los abrazos en el reencuentro fraternal nos permita, como la insistente lluvia “reunida en alegres torrenteras”, lavar toda la miseria de nuestros días, toda la crueldad, el hambre, el delirio, la sorda y mezquina furia”. Que todo se lo lleve la lluvia hasta que nos quedemos sin otra cosa que nos separare del aire viajero, “que el agua transparente que cae de lo más alto del cielo” o de nuestras intenciones, nos descubra en la libertad que nos ha reunido ya en ocho ocasiones históricas.
No es todo lo que quería decirle. Ni siquiera he comenzado. Lo cual, desde luego, no importa. “Con usted, admirado Álvaro, no es necesario decir las cosas porque ya las sabe desde antes, desde siempre”, incluso desde cuando la Inteligencia Artificial no era sino un espejismo de irrealidad, casi imposible de imaginar incluso por los que inventaron la realidad mágica. Y todo en tiempo de la renombrada globalización, “o sea -en sus palabras-, que no seamos nada, cuando quieren que seamos todos los mismos, es ser nada.” Mutas, mutante, Mutis. Es una broma, claro.
Avanzamos sin que sepamos hacia donde, hacia los espurios intereses de no se sabe quiénes, aunque los intuyamos tras fantasmagóricas corporaciones y apellidos monosilábicos; Trump, Musk, etc. “Maqroll lo decía igual pero de otra manera. Decía: “La caravana agota su significado en su mismo desplazamiento. Lo saben las bestias que la componen, lo ignoran los caravaneros. Siempre será así.” Y llegaremos a donde no se sabe, para intentar justificarnos con palabras los unos de los otros: los conquistados por consolarnos, los conquistadores para justificar el porqué de tanta avaricia. Entre todos destruiremos la magia de sabernos humanos y de haber consolidado culturas, tradiciones, puentes de progreso hacia un bienestar utópico a veces pero casi suficiente si nos conformamos con respetar al otro.
Es verdad Álvaro, tú lo has dicho: “Es un lugar común hablar sobre cómo el colonialismo envilece por igual al colonizador y al explotado.” Quizás el drama intuido estaba preescrito por tu genialidad intuitiva: “Nosotros somos de una tierra determinada con un pasado, con un destino que nos marca. Borrar eso es borrar nuestra condición humana”. “A mayor lucidez mayor desesperanza y a mayor desesperanza mayor posibilidad de ser lúcido.” “Acéptelo o no, el mundo ya es una lección. No hay que aceptarla o rechazarla. Hay que irla asimilando, integrando a tu ser, conociendo mejor para que forme parte de tu pensamiento.” En ello radica la belleza, lo hermoso, cuanto nos justifica como individuos, como tribu, como civilización.
Lo sabías: “Después de tantos años de travesía por el mundo, sé que el antídoto contra el desaliento se cifra en la amistad, el amor… y la poesía”, la misma que “revela al hombre la verdad sobre sí mismo.” Y quizás eso mismo fue lo que en la dedicatoria de su novela “El general en su laberinto”, le llevó a Gabriel García Márquez, a deslizar una frase que ha dado lugar a numerosas especulaciones: «Para Álvaro Mutis, que me regaló la idea de escribir este libro». Quizás tú sabía que era a él a quien le correspondía escribir lo que tú bien conocías, y le ofreciste tu generosidad.
“No hay que pasarse de listo con el mundo”, nos adviertes. “El que es listo es el mundo, eso nunca hay que olvidarlo”. Asiento, y recuerdo contigo, lo que le oíste decir a la poeta argentina María Negroni hace tiempo, un verano: “La escritura es siempre más inteligente que nosotros.” Hay que aprender pues a aceptar las cosas como se nos van presentando, a saber que nada finalmente es grave, y que las palabras pueden ayudarnos a contar el mundo, incluso a hacerlo con amabilidad en sus peores horrores, hay que denunciarlos sí, pero con cortesía e inconformismo, con susurros y con gritos suaves, con diplomacia, siempre intentando que las armas callen. Hay que buscar el placer de leer con goce aun en medio de profundas sospechas de fracaso, entre el escepticismo resignado del que sabe la verdad y que pese a saberla es capaz de hacer un hueco a la felicidad, aceptándose a sí mismo y en sus circunstancias, mientras conjura y destruye el miedo en el que vive como miembro de una “especie que falló como especie.”
“Que te acoja la muerte con todos tus sueños intactos.” Es uno de tus conjuros como chamán de las palabras. Ese es la manera de “(…) Prolongar la soledad sin temor al encuentro con lo que en verdad somos, con el que dialoga con nosotros y siempre se esconde para no hundirnos en un terror sin salida.”
Siguiendo tu consejo, por unos días intentaremos extraer de Cartagena de Indias la lección de no mezclar la miseria con los asuntos de cada día, y aprenderemos a guardarla como abono para cultivar el lino con el que tejer la biografía de nuestros testimonios sobre el planeta azul, con voz de verdad contrastada y creíble, recurriendo a los secretos repliegues de nuestras caligrafías historiadas, seremos así testimonio fiel de la crueldad de la que hemos sido capaces, de la bella intención de no herir más allá de lo necesario, sin renunciar a la denuncia, acompañando a los valientes, conscientes de la necesidad de contar sin rencor ni crueldad, si es posible distrayendo la memoria a lo inocentes, pero no olvidando, todo para resguardar el precario equilibrio de nuestros días.
Como periodistas somos conscientes de “saber que, a veces, nadie escucha a nadie. Nadie sabe nada de nadie. Que la palabra -ni digamos ya las redes o la IA-, ya, en sí, es un engaño, una trampa que encubre, disfraza y sepulta el precario edificio de nuestros sueños y verdades, todos señalados por el signo de lo incomunicable.” Pero nuestra vocación es poderosa, disponemos de mucho, al menos de la decidida voluntad de entregar hasta la última gota de nuestros tinteros, de nuestra sangre si preciso fuera, para poner al día al mundo de sus propios males y tratar así de evitar otros mayores.
“Ahora, lo importante es aprender a ver, llegar a saber ver, ver todo: las cosas, las personas, el cielo, los montes, el mar y sus criaturas. Todo lo que vemos esconde siempre una parte, la deja en la sombra. Allí hay que llegar, iluminar, descubrir, descifrar.” Aquí estamos, en Colombia, dispuestos a decir lo que otros hubieron querido que callemos.
Y termino con tus palabras en uno de los más hermosos poemas que se pudo escribir al apóstol Santiago, tu Nocturno en Compostela, “con esas palabras simples con las que se hace presente la verdad”: “Sí, todo está en orden, todo lo ha estado siempre en el quebranto y terco corazón de los hombres”. Por eso somos en esencia periodistas, porque somos y queremos ser ante todo humanos y sensibles.
Lo he dicho. “No es todo lo que quería decirle. Ni siquiera he comenzado. Lo cual, desde luego, no importa. Con usted no es necesario decir las cosas porque ya las sabe desde antes, desde siempre.” Muchos besos y toda la nostalgia de quien le extraña mucho.

Jesús González Mateos
*Director Editorial de Prensamedia

Trump achica el Atlántico: UE-América Latina una relación más necesaria que nunca
Las relaciones entre la Unión Europea (UE) y América Latina han pasado por diversas etapas de cooperación, acuerdos estratégicos y desafíos comunes. Sin embargo, la evolución de estas relaciones puede verse afectada por el giro político y comercial que el presidente Donald Trump ha adoptado en su segundo mandato. Su política proteccionista, sus tensiones con China y la UE, así como su enfoque en la seguridad internacional, plantean nuevos escenarios para la cooperación birregional. En este contexto, ciertos países clave pueden desempeñar un papel fundamental en la construcción de puentes entre ambos bloques.
El impacto de la política comercial de Trump
El factor de la seguridad y la geopolítica
La seguridad es otro de los aspectos clave en la política de Trump, con un enfoque en el control migratorio, la lucha contra el narcotráfico y la contención de la influencia china en América Latina. Su retórica sobre la necesidad de aumentar la presencia militar en la región y reforzar las sanciones contra ciertos países, como Venezuela y Cuba, ha generado tensiones con algunos gobiernos latinoamericanos.
Frente a este panorama, la UE podría desempeñar un papel de contrapeso, promoviendo un enfoque más basado en la cooperación y el fortalecimiento institucional. A diferencia de EE.UU., la estrategia de la UE en la región ha sido más diplomática y menos intervencionista, apostando por mecanismos de diálogo y asistencia al desarrollo. La reciente reactivación de la asociación estratégica UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) refuerza la intención europea de mantener su influencia en la región desde una perspectiva más multilateral y cooperativa.
Los países clave en la construcción de puentes birregionales
- Brasil: Como la mayor economía de América Latina y miembro del Mercosur, Brasil tiene un papel central en la integración comercial con la UE. Sin embargo, la postura de su gobierno influirá en la viabilidad de acuerdos clave, como el pacto UE-Mercosur, que enfrenta desafíos tanto en Europa como en Sudamérica debido a preocupaciones ambientales y proteccionistas.
- México: Con un Tratado de Libre Comercio modernizado con la UE y fuertes lazos económicos con EE.UU., México puede ser un actor clave en la mediación entre los tres bloques. Su relación histórica con EE.UU. le permite influir en la agenda comercial, mientras que su reciente fortalecimiento de lazos con la UE lo convierte en un puente estratégico.
- Argentina: A pesar de su inestabilidad económica, Argentina es un interlocutor clave en el Mercosur y ha mostrado interés en diversificar sus relaciones comerciales con Europa. La alineación de su gobierno con valores democráticos y ambientales europeos podría facilitar la implementación de acuerdos estratégicos.
- España y Portugal: Dentro de la UE, estos países han sido tradicionalmente los principales promotores del acercamiento con América Latina. Su conocimiento de la región, la afinidad cultural e histórica y sus relaciones económicas y empresariales les confieren un papel de intermediarios naturales en la negociación de acuerdos y en la generación de estrategias comunes.
Desafíos y oportunidades para el futuro
El fortalecimiento de las relaciones entre la UE y América Latina dependerá de múltiples factores, entre ellos la capacidad de ambos bloques para superar las barreras proteccionistas, fomentar la cooperación en materia de seguridad sin caer en enfoques militarizados y generar una agenda común en torno a desafíos globales como el cambio climático, la digitalización y la resiliencia económica post-pandemia.
En el ámbito comercial, la consolidación del acuerdo UE-Mercosur sigue siendo un desafío clave. Su ratificación permitiría ampliar los flujos comerciales y de inversión, pero su viabilidad dependerá de la voluntad política de los países miembros y de la resolución de preocupaciones ambientales y laborales.
En términos de seguridad, la UE puede aprovechar la coyuntura para reforzar su papel en la región a través de mecanismos de cooperación en el ámbito del desarrollo sostenible y la gobernanza democrática, evitando las estrategias de confrontación que caracterizan la política exterior de Trump.
Finalmente, la diplomacia será clave en la redefinición de las relaciones birregionales. Los países que actúan como puentes entre ambos bloques deberán asumir un rol proactivo en la mediación de intereses y en la construcción de una relación basada en el respeto mutuo y la cooperación efectiva.
Conclusión
Las relaciones entre la UE y América Latina atraviesan un punto de inflexión ante el nuevo mandato de Trump. Sus políticas comerciales y de seguridad pueden redefinir la dinámica de cooperación entre ambos bloques, ofreciendo tanto desafíos como oportunidades. En este escenario, países clave como Brasil, México y Argentina en América Latina, y España y Portugal dentro de la UE, tienen la posibilidad de fortalecer los lazos birregionales y promover un enfoque de integración basado en la estabilidad, el desarrollo sostenible y la cooperación multilateral. El reto estará en convertir la incertidumbre en una oportunidad para construir una relación más equilibrada y estratégica entre ambas regiones.

ANTONIO SAN JOSÉ
*Socio Grupo Kreab (España)

Inteligencia Artificial: Ventajas y riesgos para el periodismo
De repente, en muy poco tiempo, los profesionales de la información nos hemos encontrado con una nueva realidad que ha crecido y se ha desarrollado ante nuestros ojos con una velocidad sorprendente. La irrupción de Chat GPT supuso el inicio de una auténtica revolución en el oficio basada en la denominada Inteligencia Artificial, una especie de “bálsamo de Fierabrás” en el que algunos han creído ver un futuro pleno de bienes sin amenazas de ningún tipo. Y no es así, en absoluto.
OpenAI, se ha convertido en el oscuro objeto de deseo del multimillonario Elon Musk, antiguo socio de Sam Altman, hoy convertido en su íntimo enemigo. A su vez, el magnate, nuevo mejor amigo de Donald Trump, ha puesto sobre la mesa casi 100.000 millones de dólares para hacerse con una compañía en la que ve un valor que supera claramente los limites de lo estrictamente comercial. La súbita aparición de la empresa china DeepSeek, ha agitado las aguas de un ecosistema en el que se prevé que actúen en un futuro próximo nuevos y potentes competidores. La Inteligencia Artificial es, y así es la forma correcta de verlo, un excelente aliado para auxiliar a los periodistas en tareas de poco valor añadido o que pueden reducir muy sensiblemente los tiempos de elaboración de sus informaciones. Con esta nueva tecnología es posible traducir textos con enorme precisión, buscar documentación, segmentar resultados, transferir conferencias a texto escrito, establecer patrones de comportamiento, analizar publicaciones y muchas tareas más que suponen, sin duda, un gozoso hallazgo en la vida de los autores de textos informativos.
El peligro es que algunos, los más laxos o perezosos, sientan la tentación de que la tecnología haga el trabajo por ellos otorgando a la máquina la potestad de elaborar falsillas y redacciones de corte mecánico. El riesgo absoluto de eliminar, o minimizar, el “factor humano” nos conduciría a un periodismo automático, frío, sin alma, pulso ni creatividad. Por muchos avances que lleguen a la profesión siempre, y en todos los casos, va a ser necesaria la intervención de un profesional que aporte su experiencia y su capacidad de verificar la autenticidad de los datos y las informaciones.
El otro gran riesgo, en mi opinión, es la incapacidad para distinguir entre lo verdadero y lo falso. Podemos escuchar audios en los que la voz reconocida de un personaje público dice cosas que éste jamás ha pronunciado. La máquina es capaz de aprender de las formas de hablar y poner en boca de cualquiera expresiones y contenidos completamente falsos. De igual manera, cada vez cuesta más trabajo distinguir entre una imagen, fija o animada, creada por AI o captada de la vida real. Ya no es posible creer en lo que se ve y en lo que se escucha, ahora es preciso asegurarse de su autenticidad y aplicar los cinco sentidos para evitar ser víctima de una noticia “fake” y, lo que es más grave aún, utilizar esa creencia para difundirla al publico en cualquier soporte. Todo un desafío.
Nos encontramos ante un momento crucial de la profesión en la que, sin negarnos al progreso, hemos de extremar las cautelas para que no nos arrolle y destruya nuestra credibilidad como periodistas. Como siempre ha ocurrido, los avances tecnológicos son buenos y malos al mismo tiempo, todo depende de su uso. Por ello la preparación y la formación de los profesionales de la información se revela imprescindible y, con ella, la reivindicación de los valores que debe acreditar todo periodista. Hoy son cada vez más inexcusables la ética y la deontología profesional. La honestidad, el desvelo por la verdad, el rigor, la comprobación, el contraste y la conciencia de estar trabajando con un material sensible, son extremos que no podemos ignorar como colectivo. Sencillamente, porque resultan más necesarios que nunca antes.

MANUEL SÁNCHEZ
*Director de Prestomedia Grupo en Italia

Producción periodística e Inteligencia Artificial: Bondades para los medios de comunicación
Introducción
La inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente la producción periodística, ofreciendo herramientas que potencian la eficiencia, la creatividad y la profundidad del análisis informativo. Lejos de ser una amenaza para el periodismo tradicional, la IA se presenta como una aliada indispensable que permite optimizar procesos, mejorar la calidad del contenido y ampliar la cobertura informativa. Como señala Nicholas Diakopoulos1, la IA no reemplaza al periodista, sino que lo empodera, proporcionándole nuevas capacidades para analizar grandes volúmenes de datos y generar narrativas innovadoras.
En este artículo, exploraremos cómo la IA beneficia a los medios de comunicación, especialmente aquellos que producen contenidos en español, italiano y portugués, tres lenguas con una rica tradición periodística y un gran futuro. A lo largo del texto, destacaremos cómo la automatización, el procesamiento del lenguaje natural y las herramientas de análisis avanzadas están redefiniendo el ecosistema informativo, brindando nuevas oportunidades para la industria mediática en términos de eficiencia, calidad y acceso a la información.
- La automatización como aliada del periodista
Uno de los mayores aportes de la IA al periodismo es la automatización de tareas repetitivas y de bajo valor agregado. Los sistemas de IA permiten generar noticias de forma rápida y precisa en áreas como finanzas, deportes y meteorología. Un claro ejemplo de esto es el uso de herramientas como Heliograf2, el sistema de IA desarrollado por The Washington Post, que cubre automáticamente eventos deportivos y elecciones, permitiendo a los periodistas enfocarse en reportajes más complejos y analíticos. Además, la automatización facilita la producción de noticias en tiempo real, reduciendo los tiempos de respuesta ante eventos de última hora y mejorando la precisión en la entrega de datos. Herramientas como Wordsmith o Quill han demostrado ser especialmente útiles en la generación de informes financieros y análisis de tendencias, transformando grandes volúmenes de datos en narrativas comprensibles y accesibles para el público.
Desde una perspectiva optimista, esta automatización no solo libera tiempo para que los reporteros investiguen y produzcan contenido de mayor calidad, sino que también garantiza una cobertura más amplia y constante de noticias que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas. Como afirma el investigador Andreas Graefe en su estudio Guide to Automated Journalism (2016)3, “el periodismo automatizado no pretende reemplazar el trabajo humano, sino complementarlo mediante la eficiencia y la escalabilidad”. Asimismo, la IA permite a los periodistas centrarse en tareas de mayor valor, como la investigación en profundidad, la verificación de datos y el periodismo de investigación, fortaleciendo así el papel de la prensa en la sociedad y su función de garantizar información veraz y relevante, como veremos más adelante.
- Mejora en la accesibilidad y personalización de la información
La IA también permite una personalización sin precedentes del contenido periodístico, adaptando las noticias a los intereses y preferencias de cada usuario. Gracias a algoritmos de recomendación avanzados, los medios pueden ofrecer experiencias más relevantes a su audiencia, aumentando el engagement y fortaleciendo la relación con los lectores.
Además, herramientas de traducción automática como DeepL o Google Translate han mejorado notablemente en los últimos años, facilitando la difusión de noticias en múltiples idiomas. Esto es especialmente beneficioso para los medios que producen contenido en español, italiano y portugués, permitiendo que sus reportajes alcancen audiencias globales sin perder calidad ni precisión en la traducción.
En este sentido, la IA se convierte en un puente entre culturas y lenguas, democratizando el acceso a la información y permitiendo que voces diversas tengan un impacto global. Como indica el investigador Luciano Floridi en The Fourth Revolution: How the Infosphere is Reshaping Human Reality (2014)4, “la inteligencia artificial no solo transforma la manera en que procesamos información, sino también la forma en que interactuamos con el conocimiento y el mundo que nos rodea”.
- Verificación de hechos y lucha contra la desinformación
Uno de los mayores desafíos del periodismo actual es la proliferación de noticias falsas y la manipulación informativa. En este contexto, la IA se ha convertido en una herramienta clave para la verificación de hechos (fact-checking), permitiendo detectar patrones de desinformación y validar la autenticidad de las fuentes.
En portugués disponemos de Aos Fatos9, una iniciativa de fact-checking brasileña que utiliza IA para procesar rápidamente grandes volúmenes de contenido y verificar la exactitud de las afirmaciones hechas en el ámbito político y social. La plataforma está disponible en portugués y cubre temas que afectan a Brasil y a toda América Latina.
En italiano existe la plataforma Facta10, una iniciativa italiana de verificación de hechos que combate la desinformación utilizando tecnologías de procesamiento de lenguaje natural y algoritmos para identificar y validar afirmaciones en los medios de comunicación. La IA ayuda a la organización a gestionar la enorme cantidad de información circulante en Italia y garantiza que los datos sean verificables y precisos.
También existe una interesante herramienta (en inglés, francés y portugués) en el continente africano, Africa Check11, una de las principales plataformas de verificación de hechos, que cubre múltiples idiomas. Utiliza inteligencia artificial para identificar patrones en las noticias y proporciona informes detallados sobre la veracidad de las afirmaciones políticas y sociales en el continente africano.
En Francia contamos con Détecteurs de rumeurs12, plataforma para detectar rumores y noticias falsas que circulan en redes sociales y medios. Cubre una amplia variedad de temas, desde política hasta salud pública.
Estas herramientas no solo permiten un enfoque más rápido y preciso en la verificación de hechos, sino que también ayudan a construir un entorno informativo más confiable y transparente, lo cual es crucial en tiempos de abundancia de información y desinformación.
El filósofo y experto en IA, Yuval Noah Harari, señala en 21 Lessons for the 21st Century (2018)13 que “en un mundo donde la información es poder, la capacidad de distinguir la verdad de la manipulación será una de las habilidades más valiosas”. En este sentido, la IA no solo fortalece el periodismo, sino que también protege la democracia y la transparencia informativa.
- El impacto en los medios de comunicación de habla hispana, italiana y portuguesa
El periodismo en español, italiano y portugués ha encontrado en la IA una gran oportunidad para expandir su alcance y mejorar su competitividad en el escenario global. Estos idiomas, que cuentan con cientos de millones de hablantes, se benefician de herramientas como la transcripción automática, el análisis de sentimientos y la generación de resúmenes automatizados, que facilitan la producción de contenido de alta calidad.
En países de América Latina y Europa la IA permite optimizar la producción de noticias y mejorar la eficiencia operativa. Por ejemplo, en Brasil, el uso de sistemas automatizados para la cobertura electoral ha permitido un seguimiento más preciso y en tiempo real de los resultados, brindando información fiable a millones de ciudadanos.
En Italia, medios como La Repubblica han integrado la IA para analizar tendencias en redes sociales y detectar temas emergentes antes de que se conviertan en noticias virales. Esto permite a los periodistas anticiparse a los acontecimientos y ofrecer un enfoque más profundo y contextualizado.
- El futuro del periodismo con IA: una sinergia prometedora
Lejos de representar una amenaza para el periodismo, la inteligencia artificial se perfila como un catalizador de innovación y creatividad en los medios de comunicación. La clave para aprovechar su potencial radica en encontrar un equilibrio entre la automatización y el talento humano, asegurando que la tecnología potencie la labor periodística en lugar de reemplazarla.
Como sugiere el profesor Klaus Schwab en The Fourth Industrial Revolution (2016)14, “la verdadera revolución no radica en la tecnología en sí misma, sino en la manera en que la humanidad la integra en su vida cotidiana”. En el ámbito periodístico, esta integración debe orientarse hacia la ética, la transparencia y el compromiso con la verdad, garantizando que la IA sea una herramienta al servicio de la sociedad y no un factor de desinformación o manipulación.
Conclusión
El periodismo y la inteligencia artificial están construyendo una relación simbiótica que redefine la manera en que se produce y consume la información. Los beneficios de la IA en los medios de comunicación en español, italiano y portugués son innegables: automatización de tareas, personalización de contenidos, verificación de hechos y ampliación del acceso a la información son solo algunos de los aspectos positivos de esta revolución tecnológica.
En este contexto de cambio y evolución, la clave no es temer a la IA, sino comprender su potencial y utilizarla de manera ética y responsable. El futuro del periodismo no está en la sustitución del reportero por algoritmos, sino en la sinergia entre la creatividad humana y la precisión de la inteligencia artificial, en un modelo donde la tecnología fortalezca el derecho a la información y la democracia. Como decía el célebre periodista Ryszard Kapuściński, “para ser buen periodista, ante todo hay que ser buena persona”; y en esta nueva era, la IA puede ser la herramienta que potencie la humanidad del periodismo, llevándolo a nuevos horizontes de innovación y excelencia.
- Automating the News: How Algorithms Are Rewriting the Media (2019) https://www.amazon.com/Automating-News-Algorithms-Rewriting-Media/dp/0674976983
- https://www.ufasta.edu.ar/comunicacion/heliograf-el-robot-de-the-washington-post-que-no-reemplaza-a-los periodistas/
- https://www.cjr.org/tow_center_reports/guide_to_automated_journalism.php
- https://global.oup.com/academic/product/the-fourth-revolution-9780199606726?cc=pl&lang=en&
- https://fullfact.org/
- https://chequeado.com/
- https://www.politifact.com/
- https://maldita.es/
- https://www.aosfatos.org/
- https://www.facta.news/chi-siamo
- https://africacheck.org/
- https://www.sciencepresse.qc.ca/detecteur-rumeurs
- https://www.amazon.it/lecciones-para-siglo-Lessons-Century/dp/1949061000
- https://www.weforum.org/about/the-fourth-industrial-revolution-by-klaus-schwab/

PABLO VACA
*Editor Jefe del Clarín - Argentina

Producción Periodística e Inteligencia Artificial: Bondades para los Medios de Comunicación
La intersección entre la producción periodística y la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un tema de creciente interés y relevancia en el mundo actual. A medida que la tecnología avanza, los medios de comunicación buscan aprovechar las herramientas digitales para optimizar sus procesos, mejorar la calidad de su contenido y, en última instancia, satisfacer las demandas de una audiencia en constante evolución. La inteligencia artificial puede ser una aliada invaluable para los medios de comunicación en Latinoamérica, por el potencial que ofrece para transformar la producción periodística.
- Automatización de Tareas Repetitivas
Una de las principales ventajas de la IA en el ámbito periodístico es su capacidad para automatizar tareas repetitivas y tediosas. Los periodistas a menudo se ven abrumados por la cantidad de información que deben procesar diariamente, desde la recopilación de datos hasta la redacción de informes. La implementación de herramientas de IA puede ayudar a agilizar estos procesos. Por ejemplo, la automatización en la transcripción de entrevistas y la recopilación de datos estadísticos permite a los periodistas dedicar más tiempo a la investigación y al análisis crítico.
- Análisis de Datos en Tiempo Real
La IA tiene la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, lo que resulta especialmente útil en la era de la información. Los medios de comunicación pueden utilizar algoritmos de aprendizaje automático para identificar tendencias, patrones y correlaciones en los datos que de otro modo serían difíciles de discernir. Esto no solo mejora la calidad de las noticias, sino que también permite a los periodistas ofrecer un análisis más profundo y contextualizado sobre los acontecimientos actuales. En un continente como América Latina, donde los datos sobre cuestiones sociales, políticas y económicas son vitales, esta capacidad es esencial para informar de manera precisa y responsable.
- Personalización del Contenido
La inteligencia artificial permite a los medios de comunicación ofrecer una experiencia más personalizada a sus lectores. A través de algoritmos que analizan el comportamiento y las preferencias del usuario, los medios pueden adaptar el contenido que presentan a sus audiencias, aumentando así la relevancia y el compromiso. Esta personalización no solo se limita a la selección de artículos, sino que también puede abarcar formatos y estilos de presentación, desde videos hasta infografías interactivas. En un contexto donde la atención del lector es cada vez más difícil de captar, la personalización se convierte en una herramienta fundamental para mantener la relevancia de los medios.
- Mejora de la Veracidad Informativa
La proliferación de noticias falsas y desinformación es uno de los desafíos más grandes que enfrentan los medios de comunicación hoy en día. La IA puede desempeñar un papel crucial en la verificación de hechos y la lucha contra la desinformación. Herramientas de IA pueden analizar contenido en línea, identificar fuentes no verificadas y proporcionar análisis sobre la veracidad de las afirmaciones. Esto no solo ayuda a los medios a mantener la integridad de su contenido, sino que también fortalece la confianza del público en las instituciones periodísticas.
- Generación de Contenido
La generación de contenido mediante IA es otra área en la que se están realizando avances significativos. Algunas herramientas ya son capaces de redactar artículos básicos sobre temas específicos, como resultados deportivos o informes financieros. Aunque aún se necesita la intervención humana para dar contexto y profundidad, esta capacidad permite a los periodistas centrarse en historias más complejas y de mayor valor añadido. En un entorno donde la rapidez es clave, la IA puede ser un aliado en la producción de contenido oportuno y relevante.
- Soporte en la Toma de Decisiones Editoriales
La IA puede contribuir a la toma de decisiones editoriales al proporcionar análisis predictivos sobre el rendimiento de las historias y el comportamiento de la audiencia. A través de modelos de datos, los medios pueden prever qué tipo de contenido resonará más con sus lectores, lo que les permite ajustar sus estrategias de publicación y distribución en consecuencia. Esta capacidad de anticipación es especialmente valiosa en un panorama mediático tan competitivo, donde la capacidad de reaccionar rápidamente a las tendencias puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- Fomento de la Innovación
La integración de la inteligencia artificial en la producción periodística fomenta un ambiente de innovación dentro de los medios de comunicación. Al adoptar nuevas tecnologías, los editores y periodistas tienen la oportunidad de experimentar con diferentes formatos y enfoques narrativos. Esta innovación no solo mejora la calidad del contenido, sino que también puede atraer a nuevas audiencias y revitalizar el interés de los lectores existentes. En un continente donde los medios han enfrentado desafíos económicos y de credibilidad, la innovación se presenta como una vía para revitalizar el sector.
- Desafíos y Consideraciones Éticas
A pesar de las numerosas bondades que presenta la inteligencia artificial, también es fundamental abordar los desafíos y consideraciones éticas que surgen con su implementación. La dependencia excesiva de la IA puede llevar a la deshumanización del periodismo y a la pérdida de la voz y la perspectiva humana que son esenciales en la narración de historias. Además, la transparencia en el uso de algoritmos y la protección de datos personales son aspectos que deben ser priorizados. Los medios deben asegurarse de que la IA se utilice como una herramienta complementaria que enriquezca el trabajo periodístico, en lugar de sustituir la creatividad y la ética que son inherentes a la profesión.
Conclusión
La relación entre la producción periodística y la inteligencia artificial representa una oportunidad emocionante para los medios de comunicación. Al aprovechar la automatización, el análisis de datos, la personalización del contenido y las capacidades de verificación, los medios pueden no solo mejorar su eficiencia y relevancia, sino también fortalecer la confianza del público. Sin embargo, es esencial que esta integración se haga de manera ética y reflexiva, asegurando que la esencia del periodismo, que es contar historias significativas y veraces, no se pierda en el camino. En un mundo donde la información es poder, la combinación de la inteligencia artificial y el periodismo puede ser un camino hacia un futuro más informado y responsable.
*(PD: OK, hice trampa. Acabo de llegar de mis vacaciones, tengo montañas de trabajo atrasado y uno de ellos era escribir este texto para el VIII Congreso de EditoRed. Entonces se me ocurrió pedir ayuda. Y escribí, en ChatGPT, “Escribe un texto de 1000 palabras sobre el tema “Producción periodística e Inteligencia Artificial. Bondades para los medios de comunicación”, con la idea de publicarlo en una red de editores latinoamericanos”. En 10 segundos estaba listo todo el texto que antecede estas palabras. Le toqué dos pavadas. Y se podría publicar perfectamente. No va a ganar el Pulitzer, pero tampoco desentonaría en las páginas de varios de nuestros periódicos. En fin: que hay que pensar mucho mucho en la IA. Puede ser la mejor herramienta de la que hayamos dispuesto jamás. O el peor enemigo que el periodismo haya tenido jamás. Creo que es pronto para decirlo, pero la clave será no dejar de reflexionar sobre el asunto ni un instante)

FEDERICO BRIEM STAMM
*Editor Mesa Central - Jefe Audiovisual del Diario El Clarín - Argentina

Cómo la IA Transformará la generación de contenido en los Medios de Comunicación

RICARDO ALEXANDRE
*Director Adjunto de Radio TSF - Portugal

OpenEuro: la vía europea sin portugués en el lenguaje de la inteligencia artificial
OpenEuro LLM es un proyecto que pretende crear modelos de Inteligencia Artificial transparentes, con las distintas lenguas europeas. Es una tercera vía -por ahora, sin portugués- que pretende dar respuesta a un mercado en el que ya dominan los gigantes estadounidenses y chinos. TSF ha hablado con el coordinador.
Open Euro LLM es la solución europea en el lenguaje de la Inteligencia Artificial. Se trata de un proyecto innovador con una inversión inicial de hasta 90 millones de euros, en el que no participa ninguna empresa o institución portuguesa y que pretende desarrollar modelos lingüísticos a gran escala. ¿Es, en esencia, la respuesta europea al Chat GPT estadounidense o al Deep Seek chino? El coordinador del proyecto, Jan Hajič, de la Universidad Charles de Chequia, prefiere decir, en una entrevista con TSF, que se trata de una solución necesaria en Europa, que abarca todas las lenguas habladas en la Unión Europea.
«Bueno, no es exactamente contrarrestar, sino desarrollar una solución que es necesaria en Europa, dadas las condiciones específicas que existen en Europa, lo que significa que tenemos que tener un modelo que funcione muy bien para todas las lenguas europeas. No es el caso de los modelos que vienen del Este o del Oeste, pero ese será sin duda nuestro objetivo. Y también ser un modelo abierto, como hemos dicho antes», explicó Jan Hajič a TSF.
Dice que «no se trata de competencia directa, en el sentido de que queramos tener un gran modelo que supere a otro en los benchmarks, sino una solución accesible a las empresas europeas que puedan desarrollar aplicaciones e innovaciones basadas en estos modelos, y hacerlo en todos los idiomas europeos de la mejor manera posible para todas ellas».
Una especie de ChatGPT europeo, pero que se compromete a seguir la legislación y las normas de la UE: «Por supuesto, esa es la condición necesaria, porque ahora con la ley de IA en vigor, aunque todavía hay que aplicarla con exactitud, queremos asegurarnos de que todo lo que hagamos pueda utilizarse para cualquier aplicación, incluidas las que están cubiertas por la normativa, como las aplicaciones de IA de alto riesgo.»
El consorcio que está detrás del proyecto empezó a trabajar el día 1, con el apoyo financiero de la Comisión Europea. Jan Hajič admite que entre las dos docenas de empresas e instituciones participantes no hay ningún portugués.
«Ahora mismo no hay ninguna empresa portuguesa, pero queríamos mantenerlo lo más pequeño posible, aunque incluso 20 es un número bastante grande de socios, lo que ya será un reto de coordinar. Así que queríamos mantener el proyecto relativamente pequeño, pero estamos abiertos a la colaboración o a la experiencia de personas que hayan construido algo en el pasado. Así que vamos a crear una junta de asociación estratégica abierta, a la que invitaremos a personas de la industria y el mundo académico, incluso no europeos, que tengan la experiencia necesaria para ayudarnos. Y esto podría incluir a gente de Portugal, porque por supuesto conocemos empresas y universidades en Portugal que son muy buenas construyendo esto».
Entre los principales participantes hay empresas, universidades, laboratorios y centros de computación de alto rendimiento de apenas una docena de Estados miembros de la UE (incluida España, a través del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona), además de Noruega. Jan Hajič asegura a TSF que no hay razones políticas ni técnicas para no contar con portugueses en el consorcio: «Portugal forma parte de la UE, así que incluso dadas las restricciones del programa Europa Digital, podrían haberse incorporado portugueses. Sólo nos propusimos mantener el proyecto en esta fase con el menor número posible de socios. Hay otros países que tampoco están directamente representados. Por desgracia, no hemos podido contar con algunos de los otros socios con los que trabajábamos antes, porque las normas simplemente no lo permiten. La atención se centra en Europa en general, la mitad de la cual es dinero público europeo. Así que realmente queremos centrarnos en algo que sea útil para Europa y para la industria y los servicios europeos, que funcione muy bien en todas las lenguas europeas. Ese es nuestro objetivo. Y en ese sentido, esperamos tener una solución que cuente con el favor de la industria europea, porque cubrirá todas las lenguas europeas mejor que los modelos actuales, al menos para muchas de ellas».
La Comisión Europea ha concedido a OpenEuroLLM la etiqueta STEP (Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa) en reconocimiento a la excelencia del proyecto.
*Este artículo fue escrito originalmente en portugués.

IARY GÓMEZ
*Gerente General del Diario Grupo Extra - Costa Rica

“Geoestrategia Mundial y el Impacto en los Medios. El Rol de los Medios en Conflictos Internacionales”

PEDRO ARAÚJO
*Editor Ejecutivo del Jornal Noticias - Portugal

Centrarse en la competencia, no en la tecnología
¿Está el periodismo amenazado por la inteligencia artificial (IA)? En realidad, la profesión ha sobrevivido y se ha adaptado a los cambios del mundo. Algunos dirán que va a peor y otros tendrán una visión más optimista. Una cosa es cierta: el papel de mediador entre el público en general y las fuentes primarias de noticias ha cambiado, por diversas razones. En cuanto a la IA, me inclino por el bando de los optimistas moderados. Si la profesión se centra en la competencia, exponenciada por la IA, y no en los supuestos perjuicios de la tecnología, se abre el camino hacia un futuro brillante, aunque necesariamente diferente del statu quo actual.
La idea de analizar la IA centrándonos en la competencia y no en la tecnología se me ocurrió cuando escuché a un profesor de estudiantes preuniversitarios. Dijo, en una conversación en una emisora de radio portuguesa, que evaluaba a los alumnos no en función de si habían utilizado o no IA generativa, o incluso las antiguas búsquedas en Google, sino en función de su capacidad para demostrar que dominaban la materia en cuestión. Si la IA les ha ayudado en esta tarea, no hay ningún problema ético ni de otro tipo. Si ha alimentado la pereza y compensado la falta de ganas de aprender, entonces la IA es un problema, como lo fueron el buscador Google y sus fuentes. La comparación con la energía atómica nos ayuda a relativizar el problema: todo depende de cómo utilicemos la tecnología en cuestión.
La gran mayoría de los jóvenes portugueses (81%) cree que ya ha estado expuesta a la desinformación y las noticias falsas, mientras que la media europea es del 76%, según el último Eurobarómetro. Por supuesto, la IA es capaz de influir maliciosamente en el público. Tomemos el caso del territorio considerado en el futuro como la nueva Riviera de Oriente Próximo. En ese caso, se ha reconocido el uso de la IA, pero en muchos otros no existe tal transparencia. El papel de un periodismo serio, certificado y competente sigue siendo fundamental para que las elecciones libres de los ciudadanos se hagan sobre la base de la verdad y de hechos verificados, en particular los mediados por periodistas.
Un informe de Associated Press de 2024 identifica los principales usos potenciales de la IA, concretamente las tres tareas en las que a los periodistas les gustaría utilizarla. Las tres tareas más mencionadas fueron la creación de contenidos de texto, la recopilación y el análisis de información, y las tareas relacionadas con los negocios. Otras tareas mencionadas, a pesar de parecer menos relevantes para los encuestados, como la codificación, la planificación, la producción de metadatos o la detección de noticias falsas, son igualmente relevantes para el periodismo.
El Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, en un informe sobre tendencias en el periodismo, preguntó a profesionales en puestos directivos cuáles serían los usos más relevantes de la IA en 2024. Entre los directivos, la automatización del back-end se considera el uso más importante de la IA, considerado «muy importante» por el 56% de las organizaciones. Esto refleja el valor percibido de la IA para automatizar procesos repetitivos como la transcripción y la corrección de pruebas, lo que permite a las redacciones ser más eficientes. Y ser más eficientes puede significar que los periodistas pasen menos tiempo sentados en sus escritorios y más haciendo «periodismo humano», cara a cara con los protagonistas de la realidad de carne y hueso.
Hay riesgos de desempleo, por supuesto, pero esto es inevitable en todos los sectores. ¿No hay menos empleos en los supermercados cuando somos nosotros, los clientes, quienes escaneamos los códigos de barras de los productos en las máquinas y pagamos sin ayuda de terceros? ¿Vamos a volver al pasado? ¿Vamos a suprimir las páginas web de los periódicos y volver a vender sólo papel para que Meta no publique contenidos informativos digitales sin un justo retorno económico?
En el caso de EditoRed, creo que es importante que sus miembros aprovechen el trabajo ya realizado por la organización Reporteros Sin Fronteras, junto con otras 16 organizaciones de medios de comunicación, en la declaración final «Colombia 2025», que finalmente se tradujo en una carta destinada a regular el uso de la IA en los medios de comunicación. La llamada Carta de París sobre AI y Periodismo presenta los siguientes principios fundamentales, que me atrevo a reproducir aquí, dada su calidad y equilibrio:
1. La ética periodística guía la forma en que los medios de comunicación y los periodistas utilizan la tecnología.
2. Los medios priorizan el componente humano.
3. Los sistemas de IA utilizados en periodismo están sujetos a una evaluación previa e independiente.
4. Los medios de comunicación son siempre responsables de los contenidos que publican.
5. Los medios de comunicación mantienen la transparencia en el uso de los sistemas de IA.
6. Los medios de comunicación garantizan el origen y la trazabilidad de los contenidos.
7. El periodismo traza una línea clara entre contenidos auténticos y sintéticos.
8. La personalización y las recomendaciones de contenidos basadas en IA defienden la diversidad y la integridad de la información.
9. Los periodistas, los medios de comunicación y los grupos de apoyo al periodismo participan en la gobernanza de la IA.
10. El periodismo mantiene sus fundamentos éticos y económicos en sus compromisos con las organizaciones de IA.

CARLOS MORA
*Periodista ecuatoriano

La IA: ¿una herramienta o un agente?
La inteligencia artificial tiene doble cara: es una tecnología que ayuda a diversas actividades cotidianas, empresariales y de gobierno, pero también es un mecanismo ultraavanzado capaz de decidir por sí mismo y causar, incluso, genocidios.
Muchas veces, la información que se difunde y discute en los medios de comunicación sobre la IA tiene que ver solamente con el primer elemento, aquel de ser una herramienta para la vida diaria. Y aquel otro lado más complejo, el que tiene implicaciones más polémicas, más decisivas, no es abordado en la misma proporción.
Y quizá preferentemente hablan de la IA en cuanto herramienta porque cada vez más ese es el acercamiento que los medios y los periodistas tienen con ella. Algunos usos en las redacciones van desde el ya antediluviano corrector de textos (una de las primeras IA asumidas como parte del ejercicio diario de escribir) hasta el “machine learning” para el periodismo de datos. Sin olvidar aquellas que sirven para la producción de contenido, tanto en texto, como en audio y en video.
También en el lado financiero de las empresas de comunicación se está usando las IA. Por ejemplo, aquellas que usan estadística y datos de la audiencia para crear publicidad programática y personalizada.
Y también para el lector las aplicaciones de IA se están volviendo comunes. Quien ingresa en un sitio web de un medio de comunicación puede toparse con aplicaciones como aquella de hacer resúmenes de las noticias con solo dar un clic, o la que permite extraer de esas notas publicadas solo los datos duros o solo las frases de quienes han sido entrevistados. También están los robots que dan noticias, con voces creadas electrónicamente. Formatos como esos proporcionan una diversidad de maneras de “leer” una noticia y se ajustan a las circunstancias y necesidades de cada lector.
Una visión profunda y detallada de estas formas de emplear la IA en las redacciones (y que puede extrapolarse, creo yo, a otros espacios, como la escuela y la oficina) se puede encontrar en el documento Periodismo e Inteligencia Arificial en América Latina, preparado por la Unesco. (https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000388124).
Ese documento presenta diversos ejemplos de uso de la IA en medios de Argentina, Perú, Colombia, Bolivia, Paraguay y México. Y hasta una colección de aplicaciones para 10 ámbitos del quehacer periodístico: transcribir y desgrabar, control de gramática, creación de contenido, visualización de datos, IA de imágenes, IA de video, edición de video, IA de audio, IA de voces sintéticas y detección de contenido generado por IA. Por opciones no falta ni faltará.
Pero, la IA no es solo una herramienta. Su presencia, sus desarrollo, sus usos generan grandes inquietudes que dejan claro que son más que una tecnología que ayudará a todos a ser más eficientes o a ser desempleados.
Es muy destacable en este aspecto el trabajo de diario Clarín, de Argentina, que presentó en 2024 una miniserie (digna de estar en Netflix) sobre algunas de las más importantes preguntas que la sociedad se hace ahora: ¿nos van a reemplazar los robots?, ¿cómo nos vamos a educar en tiempos de IA?, ¿habrá hospitales y médicos en la salud del futuro?, ¿nos van a gobernar las máquinas?, ¿cuáles son los riesgos de incorporar inteligencia artificial a nuestra vida?
La miniserie se llama “Nosotros y la IA” y si bien anima a tener una visión positiva sobre los retos que supone esta tecnología, con el alma periodística intacta, no deja de alertar sobre los aspectos más angustiantes.
Uno de esos aspectos, quizá el más significativo, es el que ha señalado, entre otros, el historiador Yuval Noha Harari, en su libro Nexus. Él explica que las IA tienen ya la capacidad de decidir por su propia cuenta.
Lamentablemente, no es ciencia ficción. Es la vida real. En el genocidio de los rohinyás, la llamada limpieza étnica que tuvo lugar entre el 2016 y 2017 en Myanmar, mucho tuvo que ver, asegura Harari, una IA: el algoritmo de Facebook, específicamente.
En resumen, ese algoritmo fue programado por humanos con la orden general de que consiguiera un mayor tiempo de permanencia de los usuarios en esa red social. La IA aprendió que la gente permanece más conectada cuando hay publicaciones que generan indignación, como aquellas que esconden o exponen abiertamente sentimientos de odio racial, por ejemplo. Entonces, para cumplir la orden del programador, el algoritmo decidió por sí mismo darle más preponderancia a ese tipo de mensajes que a los que tuvieran un contenido más pacifista.
En 2016, Myanmar vivía un grave conflicto entre la minoría musulmana de los rohinyás y la mayoría budista. Ataques de un pequeño grupo rohinyá habían desatado la ira de dirigentes budistas que con discursos incendiarios hablaban del supuesto (e improbable) riesgo de que los musulmanes se apoderaran del país. Los llamados a una limpieza étnica alcanzaron máxima difusión, pues el algoritmo de Facebook daba prioridad a ese tipo de mensajes, que generaban más implicación de los usuarios en la red, más tiempo de permanencia, por tanto, más ganancias para la empresa.
Los resultados fueron pavorosos: el mencionado libro detalla que “el Ejército de Myanmar y extremistas budistas destruyeron decenas de pueblos rohinyás, mataron a entre 7.000 y 25.000 civiles desarmados, violaron o abusaron sexualmente de entre 18.00 y 60.000 hombres y mujeres, y, de manera brutal, expulsaron del país a unos 730.00 rohinyás”.
Por supuesto, ningún empleado de Facebook ni su dueño, que quizá ni siquiera sabían de la existencia de los rohinyás ni dónde queda Myanmar, dio orden alguna a la red social para expandir el odio fanático. Y eso es lo peor.
Los sistemas de IA “pueden aprender por sí mismos cosas que ningún ingeniero humano ha programado, y pueden decidir cosas que ningún ejecutivo humano ha previsto. Esta es la esencia de la revolución de la IA”, sentencia Harari. Y es, en ese sentido, que el mundo se inunda con agentes muy poderosos.
Solo este caso (que, tristemente, no es el único) debería ser motivo de discusiones profundas en los medios, en los gobiernos, en las legislaciones y en los laboratorios para resolver un par de asuntos primordiales: ¿se debe controlar a la IA? O, quizá más preocupante, ¿se puede controlarla?
Tras conocer la historia de los musulmanes en Myanmar, uno se anima a decir un rotundo sí a la primera pregunta. Mas, sobre el asunto de poder controlar a la IA la respuesta es menos categórica.
Técnicamente hay, al menos por ahora, mecanismos para controlar a la IA, con mejoras informáticas, pero también con intervención humana, a través, por ejemplo, de los llamados verificadores, generalmente periodistas, dedicados a revisar si la información que se difunde, sobre todo aquella que se expande masivamente, es o no falsa, si alienta a la violencia, si disemina ideas que atentan contra los derechos humanos.
Meta (la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp) decidió en su momento financiar a verificadores de datos independientes que le advertían de contenidos con información falsa.
Así que poder se puede, al menos por ahora… Porque hay voces como la del mismo Harari que advierten que es probable que si no ponemos los recaudos necesarios, la IA se nos saldrá de control por completo.
Para uno de los padres de estas tecnologías, el alemán Jürgen Schmidhuber, esa salida de control será inevitable. Es parte de la evolución que se espera de esa tecnología. Es la que prevalecerá en el planeta, la que sobrevivirá y la que se expandiría fuera de la Tierra. Sus importantes explicaciones del devenir de esta tecnología se pueden ver en un conversatorio que protagonizó en España, invitado por el BBVA en la serie de foros denominada Aprendamos Juntos 2030.
Pero no solo la evolución tecnológica favorecerá la emancipación de la IA de los humanos. Al parecer, también el dinero.
Porque poder controlar la IA no es solo un asunto técnico (por ahora) sino un asunto político/empresarial.
Volviendo al caso de Meta, aquel programa que esa empresa había creado para financiar a verificadores independientes llegó a su fin poco antes de que Donald Trump asumiera la presidencia de EE.UU. En general, a inicios de este 2025, la empresa de Mark Zuckerberg decidió hacer cambios significativos a sus políticas de moderación de contenidos.
Meta creó en 2020 un consejo de expertos que han llegado a plantearle 250 recomendaciones, en especial en lo relacionado con su algoritmo. También ha tomado decisiones (a manera de “Corte Suprema” interna) sobre casos de publicaciones cuestionables o para volver a publicar algún “post” que Facebook o Instagram hubieren dado de baja. Asuntos como la limpieza étnica de los rohinyás o la manipulación de información en época de elecciones llevaron a crear aquel organismo que Meta denominó Oversight Board.
Este mecanismo sigue existiendo, pero la reciente decisión de Meta de eliminar la financiación a verificadores independientes es una zancadilla a ese organismo de autocontrol.
La colombiana Catalina Botero, ex relatora para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, fue copresidenta del Oversight Board. Dejó ese consejo en 2024. Ella explicó al sitio colombiano La Silla Vacía que el argumento de Meta para cambiar sus políticas fue que la moderación de contenidos llevaba a la censura. Sin embargo, Botero sostiene que hay otra razón de fondo. La plata.
Porque si la aplicación de mecanismos dedicados a encontrar y denunciar mensajes falsos o que incitan al odio y la violencia falla, la respuesta no debería ser que se deje vía libre a la difusión de cualquier mensaje sino mejorar los esquemas de moderación, que no de censura. Pero eso es más caro.
“Mejorar a los equipos de moderación de contenidos”, dice Botero, “es muy costoso. Por eso, la decisión de Meta no solo significa alinearse con el gobierno de turno, sino que adicionalmente, al cambiar sus políticas, van a recortar millones de dólares que hoy invierten en moderación de contenidos”.
¿Están Trump y los dueños de las tecnológicas defendiendo de forma radical la libertad de expresión como argumentan? Botero no lo cree: “no creo que lo que están haciendo las plataformas, -primero Elon Musk y ahora Mark Zuckerberg-, sea defender la libertad de expresión ‘a toda costa’, como ellos proclaman. Lo que me parece que hacen es defender su propia libertad de expresión. Elon Musk, por ejemplo, elimina de la plataforma lo que a él no le gusta y utiliza los algoritmos para promocionar su propio contenido. Por ejemplo, hay un artículo que escribió una periodista señalando que Musk tenía una cuenta alternativa y bloquearon el acceso a ese artículo en X”.
¿Cómo enfrentar estos riesgos que plantea la IA, y que no son los únicos? Quizá el camino que por ahora nos queda es el de la regulación formal, que la moderación no sea una dádiva de la empresa sino una exigencia de la sociedad. En ese ámbito, la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea, que sí es compatible con los principios que rigen la necesarísima libertad de expresión, marca caminos claros que deben ser, estos sí, difundidos a medio mundo para su debate, comparación con iniciativas similares, mejoramiento y, ojalá, adopción generalizada.
Esa es una noble tarea que puede ser desarrollada de manera colaborativa, transnacional, crítica y creativa, por organizaciones periodísticas como EditoRed. Al menos mientras los robots no salgan de atrás de las pantallas y se tomen el mundo físico por completo.

ELIDES J. ROJAS L
*Vicepresidente de Información del Diario El Universal - Venezuela

Venezuela y la Unión Europea
No atraviesan los mejores momentos las relaciones entre Europa y el régimen de Maduro. El carácter dictatorial del orden gubernamental venezolano y el claro fraude ejecutado por el chavismo en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, terminaron por generar una visión de rechazo mutuo que ya venía perfilándose desde 2018, cuando tras elección de Maduro fue cuestionada internacionalmente
10 de enero de 2025 la Unión Europea dijo lo siguiente: “Maduro carece de la legitimidad de un presidente democráticamente elegido. Las autoridades venezolanas perdieron una oportunidad clave de respetar la voluntad del pueblo y asegurar una transición democrática transparente con garantía para todos. Nicolás Maduro, por tanto carece de la legitimidad de un presidente democráticamente elegido”, afirmó en un comunicado la jefe de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, a nombre de los veintisiete países.
Nicolás Maduro 11 de enero de 2025: “Europa está podrida”.
Esto enmarca perfectamente la situación actual entre Europa y la dictadura venezolana, pues la Unión Europea ha sido clara en su percepción, a pesar de mantener una representación diplomática bastante antigua en Venezuela. Estiman que existe una evidente coyuntura de deterioro económico y servicios sociales básicos. Hay una innegable crisis humanitaria con más de 10 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria de moderada a grave, lo cual significa un tercio de la población venezolana, calculada en 30 millones de habitantes con una emigración de unos 8 millones que se han ido del país.
Para la UE, la crisis política se ha agravado después de las elecciones presidenciales del 28 de julio del 2024. El Parlamente Europea, por citar un elemento importante, desconoce el supuesto triunfo de Maduro y
admite que su rival Edmundo González Urrutia ganó esos comicios. Para completar el diagnóstico están claros en que Maduro domina y controla todos los poderes públicos en Venezuela, sin separación de poderes.
Por lo pronto solo Bolivia, Cuba, Honduras, México y Nicaragua y se registran cerca de 8 millones de migrantes que han ido principalmente a España (Madrid, Galicia, Tenerife y Barcelona) y Portugal (Lisboa y Madeira), entre los países de la Unión. Vale el momento para precisar que la relación comercial de Venezuela con las naciones comunitarias es muy pobre. Por ejemplo, España le vende a Venezuela unos 150 millones de dólares por año, básicamente en petróleo refinado, cerámica, aceite de oliva y vino. Venezuela, por su parte, vende petróleo a España con una producción disminuida casi al mínimo.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Prensa escrita: de 350 medios en todo el país para el año 2010, ahora quedan Ultimas Noticias (Caracas), Correo de Caracas (Del gobierno), Meridiano (Deportivo), Record (Deportivo), Notitarde (Valencia, oficialista) y cuatro diarios del interior.
Radio: de 790 emisoras para el 2010, hoy quedan 375 emisoras. De ellas 250 son del régimen.
Televisión: La red de medios públicos es de 23 canales de televisión. Los privados son 12 con permisos que dependen de la autorización de la dictadura. Y todos bajo sistemas de autocensura extrema.
Digitales: Independientes son 17, pero permanecen bloqueados para acceso por internet y si viabilidad económica. Solo es posible vía abrirlos vía VPN.
Ámbito judicial: cerca de 500 juicios penales abiertos contra periodistas y comunicadores en general por delitos que van desde traición a la patria hasta instigación a odio.
No hay libertad de prensa ni de expresión. Mucho menos de opinión.
El régimen chavista tiene 26 años en el poder con elecciones presidenciales cuestionadas internacionalmente en 2018 y 2024.

ALBA LUCÍA REYES
*Editora España W Radio

El nuevo orden global y el papel de los medios de comunicación
El mundo vive un momento crucial en su historia geopolítica, y los medios de comunicación se encuentran en una encrucijada que podría redefinir su papel en este nuevo orden mundial que está siendo impulsado, entre otras figuras, por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Lo vimos en la reciente rueda de prensa con el presidente ucraniano Volodmir Selenski desde la Sala Oval con los medios de comunicación participando activamente de la discusión e incluso exhacerbándola. Una pregunta a Zelensky, de un reportero estadounidense acusándolo de falta de respeto al no llevar traje, cambió de inmediato la atmósfera en la sala.
En la actualidad, los medios nos encontramos frente a un nuevo escenario global marcado por dos de los conflictos más significativos de los últimos tiempos: la invasión rusa de Ucrania y la guerra en Gaza, que son los dos ejemplos paradigmáticos de cómo las narrativas mediáticas se convierten en herramientas esenciales en la lucha por la legitimidad política, tanto a nivel interno como internacional.
La invasión de Rusia a Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, ha sido uno de los conflictos más cubiertos por los medios internacionales. Los medios occidentales han denunciado la agresión rusa, apoyando a Ucrania, mientras que los medios rusos y aliados han defendido la versión del Kremlin, generando una polarización en la narrativa global. En este caso, el periodismo no solo se ha encargado de documentar los hechos, sino que también ha sido parte de la guerra informativa, con cada bando intentando moldear la opinión pública mundial en su favor.
La guerra en Gaza, por otro lado, ha sido otra arena mediática de gran importancia. La cobertura de este conflicto ha sido variada, pero igualmente polarizada. Los medios occidentales, en su mayoría, han enfocado su atención en las víctimas palestinas, mientras que algunos medios árabes y de otras regiones han puesto de relieve los ataques de Hamas y la posición de Israel.
Pero ahora, desde la llegada de Trump al poder todo ha cambiado. Su enfoque de “America First” (Estados Unidos Primero) está resquebrajando las estructuras multilaterales que habían caracterizado el orden mundial en las últimas décadas.
Por eso, este nuevo contexto global representa un reto mayúsculo para los periodistas. Por un lado, los medios tienen la responsabilidad de proporcionar una cobertura imparcial y rigurosa; pero, por otro lado, se enfrentan a la presión de un mercado global donde los intereses políticos, económicos y estratégicos influyen en las narrativas que se construyen.
Incluso en Colombia, al ser un país con una historia reciente marcada por conflictos internos y una ubicación geopolítica estratégica en América Latina, podemos ver cómo los medios siempre se encuentran en el epicentro de esta discusión.
La democracia colombiana ha sido testigo de cómo los medios desempeñan un papel crucial no solo en el fortalecimiento de las instituciones, sino también en la construcción de la paz. En un entorno global en el que las presiones externas son cada vez mayores, el papel del periodismo en Colombia es más relevante que nunca. Los periodistas colombianos no solo informan sobre la realidad nacional, sino que también se convierten en voces críticas ante los efectos de las políticas internacionales, como las de inmigración de Donald Trump, sobre la región.
Por eso, el Congreso de Editores de Medios de la Unión Europea y América Latina, que se llevará a cabo en Cartagena de Indias, será una oportunidad para reflexionar sobre estos desafíos y sobre el papel fundamental del periodismo en la era de la desinformación, los conflictos globales y las nuevas dinámicas geopolíticas. En un mundo en el que las fronteras entre la política, la economía, la guerra y los medios de comunicación son cada vez más difusas, la función del periodismo no puede ser subestimada.
La capacidad de los medios para garantizar la transparencia, la veracidad y la diversidad de perspectivas será crucial para enfrentar los complejos retos del futuro.

ROBERTO DIAS
*Secretario de la Redacción del Grupo Folha de Sao Paulo - Brasil

Los cambios de la IA
Para el periodismo, la inteligencia artificial genera temores no muy diferentes de los que surgieron años atrás con la expansión de internet y, posteriormente, de las redes sociales.
Es un fenómeno bastante comprensible. Los cambios tecnológicos del pasado reciente han afectado enormemente el trabajo y el negocio periodístico. Pero sobrevivimos y seguimos adelante.
Quizás algo parecido ocurra ahora, y, con suerte, podamos no repetir errores, sobre todo el de no otorgar el valor adecuado al contenido que producimos.
Hay riesgos, obviamente. Uno de los más importantes es que la producción de contenidos mediante IA haga aún más difícil diferenciar entre la producción periodística profesional y las fake news.
Pero, como suele suceder, también hay oportunidades. Los periodistas pueden dedicarse cada vez más a actividades de mayor nivel y carácter más artesanal, y menos a tareas que pueden ser ejecutadas por IA.
En Folha de S.Paulo, por ejemplo, contamos con un equipo dedicado a desarrollar herramientas de IA para la Redacción. Ya disponemos de herramientas internas para trabajar con descripción de imágenes, sugerencias de titulares y transcripción, entre otras. Y para los lectores, hemos desarrollado soluciones como un chatbot de salud y un generador de recetas de cocina. En ese sentido, preferimos ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío con respecto a los cambios provocados por la IA.

FERNANDO GABRIEL CAZENAVE PEREIRA
*Secretario de Redacción del Diario ABC Color - Paraguay

La política internacional de Paraguay: Mercosur, UE y OEA
Las relaciones internacionales del Paraguay no han sido históricamente las más sencillas. Su mediterraneidad en América del Sur, su pequeñez territorial y la consecuente baja envergadura de su economía pueden explicarlo, pese a lo cual, haberse convertido en un exportador de relevancia de alimentos, principalmente con dos productos: la carne vacuna y la soja, le ha permitido asomar la cabeza en el escenario mundial.
Pero una cosa son los negocios y otra la política internacional. En ocasiones ambas guardan estrecha relación y casi van de la mano, pero cuando esta química no se da, son la diplomacia y las líneas de gobierno las que marcan el rumbo de los vinculos con el exterior.
Paraguay forma parte del Mercosur junto a Uruguay, Argentina, Brasil (todos fundadores) y Bolivia, anexado últimamente. Este mercado común sudamericano nunca llegó a funcionar como sus ideólogos lo imaginaron. La fuerza dominante de Argentina y Brasil, frente a los hermanos más modestos, Paraguay y Uruguay, marca un desequilibrio que hasta hoy no fue posible balancear, pese a que se continúan haciendo esfuerzos.
Por ello, cuando se comenzó a negociar un acuerdo comercial con la Unión Europea, la apertura de un gran mercado como el que Bruselas ofrece, pareía constituir el momento ideal para presentar posibilidades equilibradas a los asociados sudamericanos, cada uno con sus fortalezas específicas.
Si bien existe ya un acuerdo de partes, no son pocos los obstáculos que aún se deberán sortear en los parlamentos de los países componentes de la UE para echar a andar la maquinaria.
Paraguay acompañó sin plena convicción el apoyo regional al acuerdo con Europa, porque los productores agrícolas y ganaderos (que son los que mayor cantidad de divisas ingresan al país), más voceros del Gobierno mismo, interpretaron las exigencias ambientales comprendidas en la negociación como una especie de violación a la soberanía productiva del país y a los hábitos tradicionales en el uso de la tierra.
Las plantaciones de soja y los campos de pastoreo del ganado significan grandes extensiones de suelo ganadas a bosques nativos preferentemente y existe el temor de que el sometimiento a las reglas mencionadas, que incluyen además el máximo respeto a los derechos laborales, constituya un obstáculo para la renta productiva.
Hace unos días, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier visitó Asunción y habló con su colega Santiago Peña, quien durante su presidencia pro tempore del Mercosur no estimuló el acuerdo con la UE. Las expresiones mutuas, cargadas de diplomacia, fueron en favor de limar las últimas asperezas y poner en marcha la acción, con más énfasis de parte del visitante.
Mientras, Paraguay que se había lanzado a buscar la secretaría general de la OEA (Organización de Estados Americanos), ha debido resignarse ante el voto desfavorable de incluso socios del Mercosur como Brasil Uruguay y Bolivia, además de Colombia y Chile.
Discrepancias ideológicas, sin duda, sobre todo si se tiene en cuenta que Paraguay tiene un expresidente (Horacio Cartes, mentor de Santiago Peña) sancionado política y económicamente por los Estads Unidos durante el gobierno de Biden. La esperanza es que con Trump en el poder la política exterior norteamericana vaya a modificarse y se levanten los castigos contra el líder político señalado como “significativamente corrupto”.
La peregrina idea lleva, por ejemplo, a que tras haber condenado enérgicamente en su momento la invasión de Rusia a Ucrania, el presidente Peña ahora sostenga que no debe olvidarse que la OTAN no cumplió acuerdos y avanzó hacia la frontera rusa y que Zelensky debe aceptar condiciones de paz, exactamente en paralelo con el discurso de Trump.
Esa sumisión hacia el líder republicano no fue la mejor propaganda para una candidatura continental paraguaya y países que soportan la política estadounidense de deportación de inmigrantes (entre otras) tomaron nota y pasaron factura.

RITA FATIGUSO
*Redactora Internacional de Diario Il Sole 24 Ore

La regulación de la IA
La Unión Europea fue el primero de los tres bloques globales que incluyen a Estados Unidos y China en buscar regular la Inteligencia Artificial que irrumpió en escena a finales de 2023. El Reglamento sobre IA está en proceso de implementación desde el 1 de marzo de este año. En primer lugar de la lista de prioridades está la necesidad de garantizar una información transparente y correcta transmitida a través de los medios tradicionales y no tradicionales.
En este contexto, América Latina tendrá que seguir atentamente la evolución global para entender cómo gestionar a su vez un fenómeno que también existe y quizás aún más, si consideramos por ejemplo, el gran impacto que ha generado sus diversas aplicaciones y creaciones de contenidos (fake news) en las ultimas campañas electorales presidenciales en los países del nuevo continente.
Desde un punto de vista puramente regulatorio, mientras que la UE ha adoptado regulaciones más estrictas sobre la IA, como las relativas a los deepfakes y los algoritmos de recomendación, China ha reaccionado más rápidamente, aunque centrándose más en el control de contenidos políticamente sensibles que en la protección de los derechos humanos.
Mientras que la Unión Europea adoptó la AI Act para regular la inteligencia artificial, garantizando los derechos de los ciudadanos, en Estados Unidos la legislación está evolucionando con la llegada de Trump, con varias propuestas federales y estatales ya sobre la mesa. El enfoque estadounidense es más flexible y apunta a promover el desarrollo tecnológico sin restricciones estrictas, a diferencia del enfoque europeo que busca garantizar protecciones particulares para los derechos y libertades de los ciudadanos europeos.
La pionera Unión Europea debe ahora mantenerse firme porque debe actuar como barrera contra la desregulación que, con la llegada de Trump, domina la escena también en este ámbito. Obviamente esto sucede en medio de muchas contradicciones, recordemos que Elon Musk, muy cercano al presidente, tiene una actitud muy crítica en algunos aspectos hacia la evolución de la IA, con una línea divisoria clara entre el uso lucrativo y no lucrativo de la misma.
También hay que estar atentos al doble paso chino, que debe leerse a la luz de la estrecha correlación entre la Administración del Ciberespacio china y el Partido Comunista, que tiene intereses específicos en el control de la información en línea.
Ya en abril de 2023, por ejemplo, tras la reunión de la Administración del Ciberespacio de China (CAC), se evaluaron y aprobaron las “Medidas provisionales para la gestión de los servicios de inteligencia artificial generativa”.
Estas regulaciones sólo son estrictas cuando se trata de libertad de expresión y control de contenidos, áreas en las que el gobierno chino se ha vuelto cada vez más estricto.
Más allá de eso, las regulaciones recientes ofrecen principios vagos y pocas medidas de aplicación para evitar que la IA cause daños, incluidos los derechos humanos de los ciudadanos chinos.
Además, recientemente, la Oficina de Tecnología Económica y de la Información de Beijing publicó un libro blanco en el que afirma que China está avanzando en la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial y seguirá liderando el país en tecnología relacionada con la innovación.
A Beijing le preocupa sobre todo la regulación de los proveedores de IA. Las regulaciones emitidas por Beijing establecen requisitos estrictos para los proveedores de servicios de IA, incluido el respeto de los valores socialistas fundamentales del país, la prevención de la discriminación y la salvaguardia de la seguridad de los datos personales. Además, se enfatiza la transparencia y confiabilidad de los servicios de IA generativa, con reglas específicas para la moderación de contenidos y el etiquetado del material multimedia producido.
Una novedad importante es la reciente introducción de un sistema nacional para la verificación y seguridad de los modelos de IA, con el apoyo de organizaciones de evaluación externas, bueno para todos los sectores, desde la innovación financiera (préstamos entre pares) hasta la enseñanza en línea, que se disparó durante la pandemia.
El último punto de inflexión chino radica en el hecho de que la Inteligencia Artificial se considera crucial para lograr los objetivos de supremacía tecnológica y autosuficiencia de China.
El presidente Xi Jinping también acuñó el término “nuevas fuerzas productivas de calidad”, refiriéndose a los nuevos sectores que se espera contrarresten la actual desaceleración económica de China, haciendo referencia explícita a una campaña centrada en la IA.
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