RICARDO ALEXANDRE
ES MEJOR LLORAR POR TI, ARGENTINA
La victoria de Javier Milei no es sorprendente dado el apoyo con el que contaba de dos de los tres partidos en los que se dividió el electorado en la primera vuelta, aunque podría lograr una votación final superior a la diferencia mínima y dentro del margen de error que apuntaban los últimos sondeos.
Así pues, tenemos el triunfo de alguien que apareció en televisión con una motosierra para «exterminar a la casta política». Un radical de derecha populista, un anarcocapitalista como el propio Milei se define, alguien que dice admirar a Margaret Thatcher (la jefa del gobierno británico en la época de la guerra entre ambos países que permitió a los ingleses recuperar las Malvinas), que insultó al Papa argentino, que hasta tuvo palabras muy poco honorables sobre Diego Armando Maradona y sin embargo, algo increíble y nunca visto en Argentina, es elegido presidente de la república.
Como señaló Pola Oloixarac en su libro «Galería de famosos argentinos», «ser (o no) de la casta se ha convertido en una condición alarmante, ya que todos pueden ser acusados de serlo». Milei se define a sí mismo en negativo: el outsider, el intocado por el descrédito y el desastre, el que no forma parte de ninguna familia política».
Pero él incorpora a su familia al gobierno. Karina, su hermana, es su jefa política. En cuanto a la familia, también lleva una vida casta con sus cinco perros, a los que llama sus «hijos de cuatro patas». Es el hombre que presume de no eyacular casi nunca. Prueba de que tiene un control total sobre su cuerpo, como declaró a un programa de televisión sin que nadie se lo preguntara.
¿Control total? Lo que podemos confirmar es que a menudo pierde el control de sí mismo cuando alguien no está de acuerdo con él.
Elegido con una agenda que aboga por poco Estado en la economía, propone recortar el gasto público en un 15%, el fin de la moneda local, el peso argentino, la eliminación del Banco Central y la dolarización de la economía, además de cosas como legalizar los órganos humanos y considerar el cambio climático «un invento de la izquierda».
Además del profundo cansancio de una parte importante del electorado argentino con el kirchnerismo peronista, el llamado candidato libertario se benefició del apoyo fundamental de la conservadora Patricia Bullrich, candidata de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, que quedó tercera en la primera vuelta con el 24% de los votos, así como del expresidente liberal Mauricio Macri (que dirigió el país entre 2015 y 2019), que le dio públicamente su apoyo inmediatamente después de la ventaja de Massa en la primera vuelta. Una victoria con el 55% o el 56% de los votos es precisamente la suma de los votos que lograron Milei (más del 30%) y Patrícia Bulrich (más del 24%) cuando acudieron a las urnas el 23 de octubre.
La principal baza del ex portero y cantante de rock, un «pensador precario y superficial» según Oloixarac, fue el estado de hartazgo de los argentinos con la situación económica. Con una inflación del 143% interanual y una pobreza que afecta al 40% de la población, Argentina se enfrenta a la peor situación económica de las últimas dos décadas. Tiene un acuerdo de crédito desde 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 44.000 millones de dólares, negociado por el entonces presidente Macri.
Milei no es un líder clásico de la derecha, ya que no comparte sus valores y costumbres, sino alguien que se nutre del caos. Un hombre que, según Oloixarac, «a falta de atención médica, ha encontrado atención mediática».
Cuando la semana pasada le preguntaron en televisión sobre su plan para dolarizar Argentina y si el proyecto seguía en pie, dijo: «Por supuesto que lo voy a implementar», despejando dudas sobre lo que se ha convertido en una de sus banderas de campaña. «El ajuste se va a producir de todas maneras», advirtió. Y continuó: «Estamos proponiendo un ajuste para evitar que termine en hiperinflación. Pero vamos a hacer que lo paguen los políticos y sus amigos, no el pueblo».
¿Qué podrá hacer? Muy poco, no tendrá suficiente apoyo en el parlamento, Libertad Avanza tiene una representación ínfima, no llega ni al 14 por ciento de los diputados nacionales, no tendrá capacidad para hacer reformas y posiblemente ni siquiera para durar. «El impeachment va a llamar a la puerta, no tiene capacidad para hacer lo que promete», como dijo en TSF el politólogo argentino y profesor del ICS de la Universidad de Lisboa Andrés Malamud.
Podría pensarse que las derrotas electorales de Bolsonaro y Trump frenarían la aparición de otros líderes populistas de extrema derecha, pero lo cierto es que siguen apareciendo y triunfando, especialmente en periodos de crisis económica en los países.
Los moderará y contendrá el poder? Eso es lo que se decía de Trump y Bolsonaro. Luego… es lo que vimos.
Ricardo Alexander, periodista portugués, es director adjunto de TSF Radio Noticias y asociado a EditoRed.
Este artículo fue publicado originalmente en TSF Radio Noticias, de Portugal. Puede leer aquí el texto original en portugués.