LA DESINFORMACIÓN TAMBIÉN ES UN ARMA
¿Hay una manera de que un país se rinda en un conflicto sin usar más soldados contra él? Pues, al parecer, sí. Se requiere computadoras, teléfonos y redes de comunicación para poner en acción el “arma” clave de los tiempos que corren: la desinformación.
Tal aspecto grave fue abordado durante el panel denominado ‘Geoestrategia. Desinformación y fake news en las guerras contemporáneas’. Tuvo lugar en el VII Congreso de Editores de Medios de la Unión Europea, América Latina y Caribe, desarrollados el 18 al 21 de marzo de 2024 en Madrid y Bruselas.
El panel en el que participaron los tres expertos se desarrolló el 19 de marzo, en las instalaciones del Senado de España. En este vídeo puede ver un resumen de las actividades de esa jornada.
En el panel intervinieron Asela Pintado, directora ejecutiva del Observatorio Europeo de Análisis y Prevención de la Desinformación; Rafael Rubio, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, y Giedrius Sakalauskas, director de Civic Resilience Center / Res Publica.
El foro fue moderado por Rita Fatiguso, periodista encargada de los temas internacionales del diario IlSole 24Ore, de Italia.
‘FAKE NEWS’ Y GEOSTARTEGIA
Asela Pintado expuso el panorama internacional en el que el fenómeno de las “fake news” se desarrolla. Tenemos un EE.UU. al que se le disputa su dominio mundial, con una Unión Europea que había venido siendo desplazada en el concierto internacional, con Rusia y China queriendo ocupar esos espacios.
“Esa guerra la gana quien tenga mejor tecnología”, consideró Pintado. Porque, a su juicio, “la manipulación que se genera y difunde por medios tecnológicos crea miedo entre la población y eso puede hacer que la gente, las sociedades se rindan, ya sin necesidad de soldados”.
Se trata, además, de un mundo hiperconectado, con tecnologías que permiten segmentar al máximo las audiencias, personalizar los mensajes y difundirlos rápida y masivamente.
“En ese ámbito, la tecnología nos está complicando antes que ayudando”, dijo Pintado.Porque ese entramado hace difícil demostrar tanto el origen como las consecuencias de la difusión de información falsa.
Así, la tarea de los medios de comunicación “es titánica”, dijo, pues es muy complejo en ese ambiente saber qué es o no verdad.
Pese a esa dificultad, consideró necesario seguir impulsando las tareas de “fact checking” en los medios, de mecanismos de verificación de la información para evitar caer en engaños y manipulaciones y frenar la ola desinformativa. Para eso también consideró importante reforzar la formación de los periodistas y de la sociedad entera.
LAS LEYES
¿Pueden las leyes hacerle frente a las ‘fake news’ y los efectos nada inocentes que tienen?
Las leyes ya empiezan a expedirse. Europa está siendo pionera en eso, pues promulgó normativas comunitarias que, entre otras cosas, exigen a las plataformas tecnológicas -por donde se difunden masivamente mensajes ciertos o falsos- acciones para frenar la desinformación.
Para Rafael Rubio, se debe tener cuidado para que la lucha contra la desinformación no afecte a la libertad de expresión.
“Corremos el riesgo de sobreactuar”, alertó Rubio. Explicó que se empezó pensando que la tecnología iba a salvar a la democracia, que ayudaría a cubrir espacios vacíos de participación. Pero, luego se entró en un valle y, a partir del 2016, se llegó a tener una visión apocalíptica, de que la tecnología iba a causar el fin de la democracia.
Rubio cree que es importante analizar las cosas con detenimiento para encontrar las mejores maneras de enfrentar la situación.
Algunas de las medidas que constan en las normativas aprobadas, sostuvo, son inaplicables. En virtud de las leyes, solo desde octubre se han eliminado de la web 15 mil millones de contenidos. Claramente, es imposible dar seguimiento a cada caso.
Rubio cree que las medidas que el estado debe tomar contra la desinformación tienen que centrarse más en paliar los procedimientos de creación y difusión masiva, sobre todo ante la presencia de la Inteligencia Artificial, y no tanto en analizar si los contenidos se ajustan o no a la verdad, por la imposibilidad de abarcarlos todos y porque se puede afectar a la libertad de expresión.
Y también sostiene que hay un trabajo crucial para los medios: recuperar el prestigio como intermediarios de la información, que han ido perdiendo por muchos factores.
Medios fuertes, con credibilidad, pueden ser los espacios donde la ciudadanía encuentre con facilidad la información verificada y contrastada que hace falta para tomar mejores decisiones en el contexto mundial actual.
UNA LUCHA BIT A BIT
Aparte de lo que puedan hacer los estados y los medios también está lo que puede hacer la sociedad.
Giedrus Sakalauskas, de Lituania, contó la experiencia que han tenido con el Civic Resilience Center / Res Publica, que él dirige.
Se trata de una red de personas de diferentes profesiones basada en la web, que actúa especialmente en Facebook (la red social principal en su país), en diferentes grupos y diferentes páginas, con un centro cerebral secreto que coordina todo.
Empezaron 40 amigos. Han llegado a ser 4.000. Su tarea, básicamente es combatir la desinformación proveniente de Rusia. Cuando los “trolls” rusos o prorrusos emiten informaciones manipuladas o abiertamente falsas, los “elfos” de la Res Publica escriben en la misma red para desmentir todo aquello que no se ajuste a la verdad.
Sakalauskas afirma que han hecho un trabajo efectivo en Lituania combatiendo la desinformación rusa, que ha intentado sembrar la idea de que Europa es un proyecto fallido. Pero, cree que hay que ir más allá de la reacción a las “fake news” y también contar sus propias historias, su narrativa de una Europa exitosa como, asegura, en verdad lo es.
Y ha sido enfático en señalar que es muy importante la educación de los jóvenes para que sean más críticos frente a la enorme carga informativa a la que están expuestos. La alfabetización mediática de la población es fundamental, sostuvo.
Sakalauskas ahondó en las acciones y motivaciones de los “elfos” en el webinar que EditoRed organizó en febrero pasado, cuyos aspectos más destacados los puede revisar en este enlace.
SOBRE EL CONGRESO DE EDITORES
El VII Congreso de Editores de Medios de la Unión Europea, América Latina y Caribe es un evento organizado por Grupo Prestomedia que cuenta con el apoyo de EditoRed, la Comisión y el Parlamento Europeo, de Telefónica, Iberia y la Comunidad de Madrid, así como con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos, Turismo de Galicia y la Casa de América, y con Prensamedia como partner editorial.
Este año, el tema general del Congreso fue: “La calidad de la información y la credibilidad de los medios de comunicación, garantías para la democracia”. El encuentro tuvo lugar el 18 y 19 de marzo de 2024 en Madrid, España, y el 20 y 21 de marzo en Bruselas, Bélgica.
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