LOS MEDIOS SÍ PUEDEN CREAR UN ‘NETFLIX DE NOTICIAS’
Películas en streaming, al igual que series, conciertos y encuentros deportivos son cosa ya del día a día. ¿Por qué no transmitir las noticias por esa vía?
Sobre esta alternativa para los medios de comunicación se habló en el webinar que organizó EditoRed este miércoles, 15 de noviembre de 2023.
Para tratar el tema se contó con la participación de Javier Oliver Moll, CEO de Tyris Software S.L., una empresa especializada en la creación y gestión de plataformas de vídeo.
Estos sistemas son conocidos como OTT, que son las siglas en inglés para Over The Top. En general, se trata de sitios web y aplicaciones que permiten al usuario ver, en el momento y lugar que así lo desee, vídeos o transmisiones en vivo. Están en capacidad de mostrar ese contenido en cualquier tipo de pantalla: ordenador, móvil, TV, tableta. Y pueden funcionar con los distintos sistemas operativos que existen en el mercado.
El sistema entrega una gran cantidad de información estadística para que quien administre la plataforma conozca mejor a su audiencia, el impacto de su contenido y de esta manera pueda orientar sus estrategias editoriales y comerciales.
LA ERA DEL VÍDEO
Así como desde los 90 vivimos la era de los ordenadores y desde el 2000 la del Internet, desde hace tres años se vive la era del vídeo. Eso asegura Oliver Moll. “Hay que empezar ya en la carrera del vídeo, solo hemos perdido tres años”, dice el experto. Él pide tener en cuenta que esta no es una cosa pasajera. “Estamos hablando de una era: la era del vídeo, de los datos, del engagement (fidelidad) del usuario, de la Smart TV conectada al streaming. Si no estamos en ese carro vamos a tener problemas”, vaticina.
Una era que tiene unas empresas dominantes, pero en la que se nota que iniciativas más pequeñas se abren cada vez más espacio. Según una estadística estadounidense de Comscore CTV Intelligence, en ese país, Netflix se llevó el 26% de las horas de visualización de vídeos en mayo del 2022; YouTube, el 24%; Hulu, 14%; Amazon Vídeo, 10%. El restante 26% se lo repartieron múltiples plataformas que tiene menor número de usuarios (como Disney+, HBO Max, Pluto TV, Spectrum TV…). Un año después, en mayo del 2023, este segmento de múltiples plataformas creció hasta un 33% del total, y en él se han incluido ya nuevos actores, como ESPN y PeacockTV.
Y el número de horas de visualizción de vídeos entre todas esas plataformas va en aumento. Pasó de 9,6 mil millones de horas en mayo del 2022 a 11,5 mil millones en mayo de 2023.
Por eso, dice Oliver Moll, sí hay espacio para que los medios creen su propia OTT.
LA MONETIZACIÓN
No hay una forma de monetizar el contenido que se propone a la audiencia de una OTT. Hay cuatro, al menos.
Decidir cuál opción escoger depende de la situación de cada medio, de la cantidad de audiencia que ya tenga, del tipo de público al que se dirige. Tampoco será lo mismo un medio dedicado a temas políticos, que uno de deportes o de viajes.
Una de las opciones es la de la suscripción. Es decir, el cobro mensual o anual a la persona que quiere ver el contenido de esta plataforma. Como lo hace Netflix. Esta forma de monetizar permite tener una previsión clara de ingresos. Eso sí, requiere una cantidad mayor de vídeos a disposición del usuario.
Este camino, explica Oliver Moll, es más recomendable para medios grandes, que tengan una audiencia numerosa y compuesta especialmente por gente profesional, con ingresos fijos.
Pero si se trata de un medio con una audiencia todavía reducida, la opción es la de dar gratis el contenido y financiarse con los anuncios. Esta publicidad se la puede gestionar de forma autónoma y también mediante los sistemas que distribuyen avisos a las plataformas en función del número de visualizaciones, como ocurre con YouTube. Se debe tomar en cuenta que, si la audiencia es demasiado baja, no es una alternativa rentable porque no llegarán los auspicios suficientes para sostener la operación.
Otro camino es el llamado transaccional o Pague por Ver. En este, la plataforma da la mayoría de su contenido en forma gratuita, pero cobra para ver eventos especiales de gran interés. Por ejemplo, un partido de fútbol, un concierto, un evento artístico… La ventaja es que se puede combinar con el modelo de anuncios, pero requiere garantizarse una oferta recurrente de eventos de alto interés.
La cuarta opción es la que se conoce como FAST, siglas en inglés para Free Ad-Supported Video Television. Son una versión adaptada al entorno digital de los canales de TV tradicionales. Tienen una grilla de programación, con la ventaja de que el usuario le pude adelantar o te retrasar el programa que está viendo. Se financia a través de anuncios, pero la diferencia está tambipen en que la programación se puede personalizar para el tipo de usuario. Si a una persona, por ejemplo, le gusta la política, el tenis y la agricultura, se puede configurar un canal con contenido que aborde esos gustos.
EL NÚMERO MÁGICO
¿Hay un número mínimo de usuarios que se requiera para dar sustento a un canal de vídeos por streaming, ya sea para los modelos de suscripción o de anuncios? Oliver Moll sí da una cifra: dos mil usuarios activos mensuales.
Claro, se debería analizar cada caso y circunstancia, pero por menos de dos mil usuarios activos difícilmente un anunciante estaría dispuesto a pagar avisos. Hay que considerar que, por ejemplo, en España, por cada mil visualizaciones el anunciante paga cuatro euros.
“A partir de una masa crítica de dos mil usuarios activos al mes ya se tiene una buena perspectiva de financiamiento”, ya sea por anuncios o por suscripciones, asegura Oliver Moll.
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